Las fiestas de Los Rosales empezaron como una película de De Mille: una explosión a la espera de un terremoto. Solamente el pregón, a cargo de la vecina Carmen Mecha, y la actuación de los niños del Emilia Pardo Bazán dieron un respiro antes de la sucesión de clásicos patrios y del patrimonio rock que propuso Cara Oculta. La joven formación coruñésa tardó unos acordes, los de la introducción de ‘Purple Rain’ de Prince, en saciar la sed de fiesta. Y fue un no parar en un viaje de una veintena de temas que apenas necesitaron unos segundos para despertar al más perezoso. 

Basados emocionalmente en el cercano colegio Calasanz, el grupo apostó por Amaral y Leiva para ‘morir por nós’ como si fueran a morir mañana. Rayaron el sol en la puesta de Lorenzo con un clásico de Maná y, acto seguido, abrieron el debate entre Carlos Tarque y Rod Stewart para decidir entre Carolina y Maggie May. Hacía calor, que diría Ariel Rot, pero no había manera de calmar un chispazo prendido sin vuelta atrás. Quizás la quintaesencia del karaoke del rock español la creó Fito con ‘Soldadito Marinero’ hace más de dos décadas. Y Cara Oculta tuvo el atrevimiento de revivir el concierto que el vasco había dado a comienzos de siglo en ese mismo lugar con una versión más que digna y validada por los coros del público. 
Para entonces, otro de los méritos, a los que se enfrenta cualquier banda de fiestas y verbena: la banda coruñesa había conseguido a base de coros y acordes ‘robarle’ público a las atracciones de feria. Incluso entre los que suplicaban un viaje más a unos padres atrapados en la nostalgia. 

Bruce y U2 

Del comienzo de siglo en la Cadena Dial y el bolo giró de repente hacia la lengua de Shakespeare y la VH1: Springsteen, U2, Dylan y Scorpions desafiaron los agudos y la lírica vocal y la destreza de una banda que pasó el test como un Cadillac por la Ruta 66: fiable y asentado en el entorno. Eso sí, algún “because the night” no pudo evitar caer en el “bicos de nai” entre el público que hubieran firmado los mismísimos Heredeiros da Crus. 

El redoble final, solo para los muy de cuero y puños de acero, fue una clase magistral para peques que entendieron el clima en el que se criaron, y seguramente se conocieron, sus padres. O abuelos. Al final, todos acabaron clavados en un bar, como toda fiesta con Cara Oculta manda.

Jornada para el sábado

La jornada de este sábado será la más de intensa de las tres que ha programado la asociación vecinal. Comenzará con un torneo de ajedrez (11.00 horas), y un circuito infantil de Karts (11.00 a 13.30 horas), además de un pasacalles. 

Por la tarde será la churrascada (17.00 a 19.00 horas) y la exhibición de zumba (20.00 hora) y de Vibrato crew (20.30 horas). La verbena de la orquesta Metrópolis será de 22.00 a 01.30 horas.