El muelle de Calvo Sotelo acogió en la mañana de ayer el emotivo acto de donación, por parte del Grupo Pérez Torres, de una grúa que pasa a formar parte del patrimonio industrial del Puerto de A Coruña y quedará como legado de la cultura portuaria de la ciudad.
La grúa, de la marca Macosa, fue construida en 1984 y tiene una capacidad de carga de hasta treinta toneladas. El Grupo Pérez Torres, uno de los grandes operadores del puerto, que siempre apostó por la dársena coruñesa, tanto en sus instalaciones urbanas como en Punta Langosteira, la mantuvo en buen estado, tanto que todavía estaba en funcionamiento en el muelle de Calvo Sotelo.
El presidente de la Autoridad Portuaria, Martín Fernández Prado, explicó que la intención de la entidad es conservarla como patrimonio industrial de la ciudad en la futura transformación urbana del muelle.
Además, el objetivo es rehabilitarla y musealizarla, con el asesoramiento de los gruistas que la manejaron a lo largo de los años. En este sentido, confió en que “a los coruñeses les gustará ver la grúa, de gran tamaño, y pasear a su lado cuando este muelle esté completamente abierto a los ciudadanos”. El presidente del organismo público quiso agradecer al presidente de la empresa, Santiago Pérez Torres, y a su familia este gesto altruista. “Desde que se planteó la posibilidad de conservar alguna grúa histórica, para preservar el legado industrial del puerto, hemos encontrado una excelente predisposición por parte de la empresa”, que ayer se plasmó con esta cesión.
La grúa está en perfecto estado de uso, lo que le da todavía mayor valor a esta donación, como recordaba Fernández Prado, ya que la empresa podría haber seguido utilizándola bien en este puerto o en otra de sus terminales ubicadas en Galicia, pero decidió entregarla a la ciudad de forma desinteresada. Santiago Pérez Torres mostró también su satisfacción por que los coruñeses puedan disfrutar a partir de ahora de esta grúa, que en diferentes muelles se utilizó para cargas de tablero, electrodos de grafito, aluminio, estructuras metálicas y otras mercancías.
Estuvo acompañado por sus hijos, Santiago Pérez-Torres Fernández, director de la empresa, y Beatriz Pérez-Torres, directora de la terminal de A Coruña. También asistieron Eduardo Blanco Regueira, Fernando Díaz Vázquez y José Luis Santos Eirís, algunos trabajadores que manejaron la pieza a lo largo de los años.