El periódico del 23 de diciembre de 1997 llevaba a portada el sorteo de la Lotería, que dejaba en Galicia 600 millones de pesetas, el gasto medio de los gallegos en la noche de Fin de Año, de 10.000 pesetas por persona, y la llegada de un nuevo jugador para el Deportivo, Scaloni, que promete la "garra" de la que carece el equipo. 

La Coruña se consuela con 50 millones de dos quintos premios de la Lotería

La Coruña ha repartido suerte en la lotería de Navidad. Como en la pasada edición, la ciudad se ha visto agraciada con dos segundos premios: seis series del 4696 y una serie del 35551, vendidas respectivamente en las administraciones de El Décimo en la plaza de Lugo y en El Gato Negro, de San Andrés. En total, cincuenta millones de pesetas, una cifra inferior a los 360 del 96. Culleredo acarició la fortuna en la administración Ría do Burgo, que consoló a los vecinos con 95 millones de pesetas por la aproximación al segundo premio, el 42088. 

Scaloni promete aportar "temperamento y garra"

Lionel Scaloni conoce algunas de las carencias del club blanquiazul. "Aportaré al Deportivo temperamento y garra, que le hacen mucha falta", prometió el pequeño de los Scaloni en su presentación oficial a la prensa herculina, que era también la de su hermano mayor, Mauro, que jugará en el Fabril Deportivo. No fue un acto convencional. Lejos de abusar de los tópicos, Lionel sorprendió a la concurrencia con un lúcido análisis del juego con su nuevo club. El interior derecho argentino, subcampeón del mundo con la selección sub 20 de su país, habla con conocimiento de causa. Llegó a La Coruña con la lección aprendida, gracias a la televisión argentina, que emitió los partidos que efrentaron al equipo coruñés con la Real Sociedad y al Valencia, saldados con empate y derrota, respectivamente. "Le faltó explosión y llegada por las bandas, como dicen acá; yo lo que mejor sé hacer es precisamente entrar por las bandas", explicó. Ambos hermanos se presentaron al reconocimiento médico en ayunas, como es habitual pero, cumplido este trámite, se cambiaron en el estadio de Riazor y se fueron a comer a un conocido restaurante coruñés, acompañados, entre otros, por el jefe de prensa del club, que ejerció de cicerone.