La hostelería y el ocio nocturno de A Coruña aplauden el veto a las bebidas energéticas

La hostelería y el ocio nocturno de A Coruña aplauden el veto a las bebidas energéticas
Las bebidas energéticas son muy consumidas por los jóvenes | Patricia G. Fraga

Definidas como “estimulantes” y “problema de salud pública” por el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, las bebidas energéticas tienen fecha de caducidad en la hostelería para los menores. Así lo anunció durante la pasada semana y a la iniciativa podrían sumarse buena parte de los Gobiernos autonómicos del Estado. Sin embargo, lejos de percibirlo como un problema o una potencial pérdida de ingresos, los hosteleros defienden la medida en pos del bien común. 


Para el presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de A Coruña, Héctor Cañete, la ecuación entre los ingresos que dejan en caja ese tipo de productos, equivalentes a tres cafés por lata según los estudios, no merecen la pena. “Es un tema sanitario”, explica. “Si los productos no cumplen determinados requisitos no podemos entrar en el juego y para nosotros no deja de ser una venta residual en la que no deseamos entrar. No nos afecta más allá de que algunos clientes las utilicen en los combinados”, añade. 


Por otra parte, el acceso al ocio nocturno variará con la nueva ley. Los jóvenes de 16 y 17 años podrán entrar en horario estándar a pubs y discotecas, mientras que para los de 14 y 15 seguirán las sesiones ‘light’, donde hasta ahora sí podían servirse este tipo de bebidas. Luis Diz, presidente de Galicia de Noite y gerente del grupo Pelícano, es tajante y aplaude la propuesta de la Xunta. “Nosotros mismos lo hemos negociado con ellos, porque si Sanidad dice que está creando un problema entre los jóvenes a edades tan prematuras hay que respetarlo y empatizar con esa decisión”, subraya.


Función ‘policial’ 

Ni la hostelería tradicional ni su versión nocturna apuntan al consumo de ese tipo de bebidas como masivo, pero las estadísticas y los testimonios hablan incluso de una normalización o moda entre jóvenes de 13, 14 o 15 años. Michael, un estudiante de Tercero de ESO del IES Elviña, afirma que no es su caso, pero que es normal ver a sus compañeros ‘enganchados’. “Todos beben bebidas energéticas en el recreo o cuando vamos a dar un paseo por ahí, normalmente se las compran sus padres o cogen cajas enteras en el supermercado”, explica. 


Es precisamente esa realidad para la que Héctor Cañete, desde la hostelería, pide rigor en la norma. “En esa parte siempre hacemos de policías y una función de control sobre determinados productos, y lo triste es cuando en la puerta hacen lo que les da la gana”, recuerda. “Nuestros clientes no pueden fumar, los menores no pueden beber alcohol, pero al final ves cosas en la vía pública de las que nadie es responsable”, finaliza. 

La hostelería y el ocio nocturno de A Coruña aplauden el veto a las bebidas energéticas

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