Antes de los señalados días de Navidad, los centros educativos la celebraron con fiestas gigantescas. Institutos y colegios coruñeses como el Eusebio da Guarda, el Calasanz o el Agra do Orzán organizaron distintas actividades con el apoyo de alumnos y profesores para despedirse hasta el próximo 2024.

Las actuaciones musicales tomaron los recreos del instituto Agra do Orzán con su ‘Christmas Dance’, que iniciaron el 18 de diciembre y finalizaron el 21. Aprovechando su ciclo de actividades de acondicionamiento físico, los jóvenes idearon y ejecutaron múltiples coreografías que maravillaron a su público. Estos bailes se vieron complementados por una gincana navideña, en la que los de 1º de Bachillerato usaron su ingenio y habilidad, y un torneo de dutch ball, que se inició el martes y concluyó el jueves.

Eduardo Patiño, director del centro, también rememoró una curiosa actividad realizada con el apoyo de la Asociación de Vecinos del Agra do Orzán. “Fuimos a ver cómo hicieron un árbol de Navidad con ganchillo”, detalló el educador: “Un grupo de alumnos estuvieron ‘ganchillando’ con esas señoras en su visita a la plaza de As Conchiñas”. 

Tanto el instituto como el colegio Eusebio da Guarda también llevaron a cabo toda una serie de festejos. Los mayores de ESO y Bachillerato portaron gorritos de Papá Noel y diademas de renos tras haber decorado sus aulas para que fuesen escenario de concursos de postales y villancicos en inglés. La competición estuvo a la orden del día para elegir el mejor de todos en unos premios que recompensaban la sana rivalidad con chocolate con churros.

La energía de los pequeños no fue menor en el colegio Eusebio da Guarda. Después de que los profesores idearan un espectacular árbol hecho de cajas de zapatos, los niños tuvieron su festival de Navidad y la visita de una paje real a la que entregaron las numerosas cartas a los Reyes Magos. Además, los profesores organizaron una fiesta en cada clase en las que sus alumnos trajeron dulces y galletas. “Los tutores hicieron un esfuerzo sobrehumano con tanto festín para que estuviera todo perfecto”, aseguró la directora del centro académico, María Blanco.

Fin de año anticipado

El colegio Calasanz optó por adelantar el 31 de diciembre. Los alumnos de Infantil y Primaria realizaron un ‘Fin de año escolar’.  Este festejo consistió en una simulación de las campanadas en la que niños pudieron ir de gala. Para lograr una mayor verosimilitud, se grabó una falsa retransmisión en la que estudiantes de Bachillerato colaboraron como presentadores de estas campanadas, y sus cuartos, con el reloj de la Puerta del Sol de fondo. Como es habitual, los pequeños asistentes tuvieron que darse prisa para tomarse sus uvas, gusanitos o lo que prefiriesen.

La música fue un aspecto principal de estas celebraciones. En el caso de la Compañía de María, los niños cantaron villancicos tanto dentro como fuera del colegio. Decenas de padres y compañeros aplaudieron ante la actuación realizada frente a las puertas de su edificio en un soleado día que acompañó la ilusión del concierto. Mercadillos con la ayuda de los padres, imaginativas felicitaciones y actuaciones musicales en directo como auténticos profesionales marcaron el perfecto punto final para este, casi finalizado, año 2023.