La calle Compostela cuenta con un nuevo adorno: una maceta de hormigón. Aunque, más que un adorno, se trata de un obstáculo pensado para evitar que los coches que entran en la vía peatonal procedentes de la calle Picavia choquen con un banco al girar a la izquierda. De esta manera, la Concejalía de Urbanismo, Movilidad e Infraestructuras espera dar por zanjado el problema que se ha venido dando desde la reinauguración de la calle Compostela, a finales de noviembre. 

El problema es que, aunque ahora se trata de una calle peatonal, existen conductores que siguen efectuando el giro por la calle Picavia en vez de tomar el túnel que discurre bajo la plaza de Lugo, puesto que solos e permite el paso a vehículos de carga y descarga y a vecinos con garaje. Algunos de los conductores golpearon el banco de hormigón, rompiéndolo y desplazándolo en varias ocasiones, para disgusto del Ayuntamiento, que considera la calle Compostela un símbolo de una movilidad peatonal basada

Cámara de seguridad 
El concejal de Movilidad. Francisco Díaz Gallego, había visitado la zona la semana pasada con algunos responsables de su área para determinar la medida a tomar. Una semana antes, se había instalado una cámara en ese mismo punto.

Es más: la semana pasada, se multaron a nueve conductores en un solo día. Con estas medidas, el Ayuntamiento espera asegurar el banco de una ver por todas.