Javier Veiga | “Hacer un wéstern sobre A Coruña fue como un regalo”

El director y humorista presentó en la ciudad su nueva película, 'Playa de Lobos'
Javier Veiga | “Hacer un wéstern sobre A Coruña fue como un regalo”
Javier Veiga, en la plaza de Vigo | Carlota Blanco

El actor, director y humorista gallego Javier Veiga visitó el pasado fin de semana la ciudad para presentar en el Encontro Mundial do Humorismo su nueva película, ‘Playa de Lobos’. El cómico ya fue noticia en la urbe en enero, cuando protagonizó ‘Al Noroeste del Oeste’, el wéstern de tres minutos con el que el Ayuntamiento promocionó el turismo coruñés en Fitur.

 

¿Qué cuenta 'Playa de Lobos'?
Es una película que habla de la falta de responsabilidad. Enfrenta a dos tipos completamente opuestos: uno cartesiano, casi germánico, al que le gustan las cosas bien hechas, inteligente; y el otro es este tipo de gente que va por la vida de puntillas, sin hacerse cargo de nada, que echa siempre balones fuera. Esa fricción genera un conflicto en la película porque esa clase de gente produce dos cosas: por una parte risa, pero también ganas de asesinarlos, sobre todo cuando estás implicado en algo que quieres conseguir. 

 

¿Es difícil compaginar tantas funciones distintas? Actor, director, humorista…
Hasta ahora todo lo que había dirigido en televisión, teatro o cine lo he protagonizado, pero en este caso no. He estado más desde fuera trabajando, pudiendo centrarme en la dirección tanto de los actores como de la puesta en escena. Para mí ha sido un proceso muy bonito, más confortable o menos estresante que en otras ocasiones, pero no sé si mejor o peor.

 

¿Tiene ganas de ver la reacción del público?
Claro. En los shows o espectáculos la recompensa es inmediata, pero el cine no funciona así. Desde que haces la película hasta que se ve pasa tanto tiempo que acabas por desesperarte. Lo curioso es que te pones más nervioso: yo si me subo a un escenario con un micrófono, a mí eso me da igual, sé lo que tengo que hacer porque conozco el oficio y si pasa algo sé cómo reaccionar y cómo reconducir incluso en el caso de que algo no funcionase. Aquí no tienes esa ocasión, así que estás muy nervioso porque no sabes qué va a ocurrir, y estás con ese nervio hasta que suena la primera carcajada. La risa es terapéutica en ese sentido para los que hacemos comedia, porque es un poco la señal de que ‘vale, la película ha entrado’.

 

¿Es eso lo que tanto le atrae del humor como forma de comunicar?
Sí, por dos cosas. En primer lugar por naturaleza, porque en mi casa somos así: el sarcasmo o la retranca forma parte de mi vida desde que soy pequeño. De hecho incluso cuando hay alguna discusión o algo grave lo raro es que no haya algún tipo de broma en la mesa porque nos hemos comunicado siempre así, desde un punto de vista incluso cansino, porque te das cuenta de que es complicado ponerse serio, y luego cuando sales a la sociedad ves que hay gente que se enfada si te comportas así. Y luego es que la risa me parece uno de los fenómenos humanos más peculiares. Hay pocas cosas tan únicas como la risa, que es casi como un orgasmo de la inteligencia: para que exista tiene que haber un proceso mental. Tú puedes llorar sin un proceso mental, es una emoción que llega desde a veces incluso el dolor físico, pero la risa ocurre desde un proceso del cerebro muy social. Me parece fascinante eso, que algo nos toque el ingenio como para hacernos reír.

 

Una de las últimas noticias que tuvo la ciudad de usted fue cuando decidió pasear a caballo por sus calles, ¿Cómo fue aquello?
De hecho fue mi anterior película como tal. Era la primera vez que me encargaron dirigir y escribir un anuncio, y fue muy chulo porque me dieron carta blanca. El producto quedó bien, pero hacerlo en sí fue maravilloso. Uno cuando crece y empieza a ver películas siempre quiere hacer un wéstern, así que hacer uno sobre A Coruña, aunque sea de tres minutos, fue como un regalo. Y luego las reacciones que ha tenido han sido súper divertidas: el vídeo se hizo muy viral. A veces haces una serie o lo que sea y te escriben cuatro amigos, y con esto me han llegado felicitaciones de gente de cualquier parte de España que lo habían visto y les dejó muy sorprendidos.

 

¿Qué planes tiene en mente para el futuro? ¿Quizá una novela?

Escribo cine, teatro, poesía e incluso canciones, pero nunca he tenido la tentación de hacer una novela. Creo que es más porque nunca se me ha ocurrido una idea que necesite de soporte una novela, porque todo lo que se me ocurre o de lo que quiero hablar lo puedo hacer en mi medio, pero sí me gustaría. Cualquier día me sentaré, que al final yo funciono por arroutadas, y me pondré a escribirla. Lo que también tengo claro es que no escribiría un libro sobre mí, sobre comedia, con chistes, porque ya tengo el escenario. Para qué leerlo si te lo puedo contar yo, que soy mejor que tú leyendo (ríe).

Javier Veiga | “Hacer un wéstern sobre A Coruña fue como un regalo”

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