El 30 de octubre de 1918 una epidemia de gripe que se propaga a toda la ciudad, de modo virulento al anexionado Ayuntamiento de Santa María de Oza. Donde se hallaban carentes de sanidad e higiene adecuadas, tanto lavaderos como fuentes públicas instaladas, lugar del lavado de la mayor parte de la ropa de la ciudad. El alcalde Gerardo Abad Conde, propone al Municipio se acuerde el saneamiento y arreglo de las fuentes y lavaderos de aquella parte del término municipal, acordando que el ingeniero haga reconocimiento de todas aquellas fuentes y lavaderos existentes.
En 1947, existían en la ciudad y su zona los lavaderos públicos en activo:
Bens, Parroquia de San Pedro de Visma. En 1954 se levanta un proyecto de construcción de una fuente y nuevo lavadero, consistía en dos filas de cuatro pilas cada uno y en su conjunto formaban un cuadrado, su cubierta de hormigón igual que el resto del lavadero, las obras se darían por finalizadas entre finales del año 1956 y comienzos del 1957.
Coiramia (antiguamente Couramia) En 1932 se habla de cambiar el lavadero de la Coiramia y al año siguiente, se procede a la adquisición de un terreno a Francisco López Seijo y Pablo Vázquez García, conocía como “Campón Secano y das Charnecas”.
En 1933 el Ingeniero municipal propone al Ayuntamiento construir un muro que separe la finca adquirida de las colindantes y canalizar las aguas del lavadero de Nelle, indicando que dicho lavadero era una necesidad para el vecindario de la Coiramia. Esquina entre las calles de San Vicente y Tánger, actual calle Noya. En 1951 se tramita un expediente para instalar una fuente y lavadero, acordándose en 1954 publicar los pliegos de condiciones facultativos de las obras y un año más tarde ejecutarlo.
La Grela, en el camino de los Baños de Arriba.
Las Jubias, en el camino del Pasaje, en 1952 se abre un expediente para llevar a cabo la construcción de un nuevo lavadero con estructura de hormigón en dicho lugar, este vendría a sustituir al anterior que se encontraba en muy mal estado y casi imposible su utilización por parte de los vecinos. El mismo sería de un trazado rectangular que había de contener dos bancadas de pilas en paralelo y cada una de ellas con 19 pilones, todo cubierto por una techumbre de hormigón, estas obras son ejecutadas por el procedimiento administrativo y se dan por finalizadas en el primer trimestre de 1955, diez años más tarde se plantea un pleito por la propiedad del terreno en que estaba ubicado aquel lavadero público.
Boliños de San Amaro, hacía algún tiempo estaba fuera de servicio. En 1915 se aprueba un proyecto de obras para la reposición de la cubierta de este lavadero considerado como el segundo de San Amaro, cuya cubierta sustraen en el mes de enero de dicho año, se componía de cuatro planchas de zinc a reponer. Según el informe del arquitecto municipal Ricardo Boán, se hallaba situado en la zona de aislamiento del edificio Adormideras del Ramo de la Guerra, la techumbre cuando se sustrae tenía 85 metros cuadrados.
Lavadero y fuente del Caramanchón. En 1864 se hacen diversas mejoras para mantener de modo provisional la fuente y lavadero del Caramanchón. Cuyas aguas se vertían a la Fuente de Santa Catalina, ese año, se levantan los planos y proyectos para el arreglo y conducción de las aguas de los manantiales de la Gramela y Vioño a la ciudad.
Este lavadero y fuente a la vez se situaba en la esquina en la que hoy se levanta el Grupo Escolar da Guarda. En 1851 el Concejo inicia un expediente para llevar a cabo su construcción, el cual es situado en la plaza del Caramanchón frente a la misma fábrica de cordelería de Marzal, no siendo hasta 1865 cuando se redacte el proyecto que hace Juan de Ciórraga y toma forma un año más tarde, en esta época desaparecen los lavaderos situados en las inmediaciones de las fuentes de San Andrés y Santa Catalina, siendo llevados al Campo de Marte y abastecer del agua que provenía de los manantiales de Monte Alto. Este proyecto no se lleva a cabo por el desnivel necesario del terreno para transportar el agua a dicho lugar.
Según el Municipio, llevaría una fila de pilones que tendría una superficie de 10 metros de largo, seis de ancho y seis y medio de fondo, levantado sobre un terreno irregular y con una capacidad para almacenar 29.835 litros de agua para atender este servicio las 24 horas, los lados de las pilas serían de cantería extraída del monte de los Chaos o los Chans, (situado entre la presa de Meicende y el polígono industrial de Pocomaco) con el fondo o pavimento de betún plástico y en donde se hallaba la fuente, en aquel instante estaba seca y será cambiada de lugar para quedar a la entrada de dicho lavadero, la cual era de “Mármol blanco de Carrara”, daba a los terrenos que ocupaba la plazoleta del Caramanchón entre la fábrica de Marzal, y rampa de subida a la fortificación.
Dicho lavadero del Caramanchón se inaugura el domingo 21 de octubre de 1866 a la una de la tarde, ese año, se imprime en la Imprenta de Puga un bando instrucción sobre las condiciones de uso de aquella fuente y lavadero, así como de las obligaciones que debía observar el celador-pilonero encargado de dichas instalaciones. Pasando más tarde al Arenal del Orzán.