Un muro vegetal protegerá Matogrande del ruido del tráfico de Alfonso Molina

Un muro vegetal protegerá Matogrande del ruido del tráfico de Alfonso Molina
Las obras de la pantalla vegetal, entre Enrique Mariñas y Alfonso Molina

El Ayuntamiento, a través de la Concejalía de Medio Ambiente, está levantando una pantalla vegetal entre el barrio de Matogrande y Alfonso Molina. El objetivo es mitigar el ruido del tráfico de la avenida. Tendrá 150 metros de largo y cinco de ancho y se han invertido 131.000 euros en esta actuación, que estará completada en un mes. 
 

La intervención se realiza en paralelo a la calle de Enrique Mariñas y conecta con la pasarela peatonal. Habrá una senda de losas de más de cien metros y otro camino conectará el paso peatonal con la pasarela que lleva a Carrefour. Se plantarán árboles y arbustos y de esta manera se conseguirá la protección no solo sonara, sino también visual, además de mejorar la estética de la zona verde, que incluirá un nuevo sistema de riego. Esta actuación enlazará con la barrera vegetal existente en la parte norte de la zona verde.


Esta medida se planteó por primera vez en 2006, durante el último mandato de Francisco Vázquez, porque Matogrande, o al menos los edificios que dan a Alfonso Molina, soportan los niveles de ruido más altos de la ciudad, de hasta 75 decibelios, generando por los más de 120.000 trayectos diarios que recorren el principal acceso de la ciudad. El nivel medio recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) está fijado en 55 decibelios. Sin embargo, esos niveles se alcanzan en el tramo más urbano, el comprendido entre la ronda de Outeiro y la avenida de Linares Rivas. A la altura de Matogrande se registran valores entre 60 y 70 decibelios, aún por encima de lo recomendable.
 

Reducción de velocidad  

Hay que tener en cuenta que medidas como estas no sirven para aislar el ruido, solo atenuarlo. Cuánto, exactamente, no está claro, aunque se estima que podría ser entorno a un 40%. Más efectiva será la reducción de la velocidad que se planea implantar cuando se amplíe la avenida. En efecto, aunque  la AC-11 contará con un carril más en cada sentido entre Ponte da Pedra y la  AP-9, también reducirá su velocidad de los 80 kilómetros actuales a 70. Además, los carriles exteriores verán reducida su velocidad a solo 50 kilómetros por hora. Si los conductores lo respetan. 
 

Además, en el proyecto de integración ambiental (que todavía no se ha concluido) se incluyen sendas con pantallas vegetales para reducir el impacto del ruido y la contaminación, que costará 5,8 millones de euros, y que incluirá caminos peatonales separados del tráfico. El Ayuntamiento no ha aclarado si su pantalla se incluirá en este proyecto o si se trata de dos medidas separadas, o cómo afectará la una a la otra.
 

En dos años  

Por otro lado, aunque la licitación de la obra se anunció el 29 del mes pasado, todavía no hay fecha para el comienzo de los trabajos, que se prolongarán durante dos años. El director general de Carreteras, Juan Pedro Fernández Palomino, advirtió de las afecciones a la circulación que causarían las obras durante este tiempo. 
 

Además de atascos, es muy probable que las obras supongan un aumento de la contaminación, tanto la acústica como la ambiental. Pero, cuando finalicen, los coruñeses que se desplazan por Alfonso Molina disfrutarán de un bulevar en vez de soportar una avenida. 

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