Son más de dos centenares las piezas de Francisco de Goya que se guardan entre las paredes del Museo de Belas Artes de A Coruña. Algunas de ellas están en la exposición permanente y otros guardados en reserva. Pero lo que han detectado los expertos es que el paso del tiempo está haciendo mella en estas obras del que es uno de los artistas más importantes de la historia de España y mundial. Por ello, el Museo de Belas Artes, en colaboración con el Arquivo do Reino de Galicia, está llevando a cabo una operación para restaurar los grabados de Goya.
Lo cuenta el propio Museo a través de sus redes, en las que por capítulos irá revelando la forma de cuidar y restaurar estas obras de Goya y hacerlas impermeables al paso del tiempo. En el primer capítulo la restauradora del Museo de Belas Artes Laura Carrera y el del Arquivo do Reino de Galicia Jorge Medín explican cómo se inicia esta tarea.
"Estamos colaborando los dos laboratorios de restauración para intervenir en la medida de lo posible en la colección de Goya. El Museo tiene una colección importante de los grabados de Goya, de distintas series y tiene una exposición permanente y en reserva otros grabados. Lo que intentamos hacer es darles protección y también ir cambiando los grabados que están en la exposición para que no estén demasiado expuestos. Básicamente se trata de intentar conservar en las mejores condiciones los grabados de Goya que tienen ya las deformaciones propias del tiempo y del material, del papel en el que están estampados", explica Medín.
En próximos capítulos, el Museo de Belas Artes irá revelando las técnicas y operaciones que va usando para restaurar los grabados de Goya de su colección.
En total, el museo coruñés expone en su sala Goya una selección de las 233 estampas de Francisco de Goya, todos realizados en estampa sobre papel o papel verjurado (un tipo de papel que al ponerlo al trasluz permite apreciar una trama de rayas paralelas y perpendiculares que se entrecruzan) con punta seca (una técnica de grabado que consiste en rayar una plancha con una punta afilada), aguatinta (un proceso de grabado en hueco que consiste en exponer a la acción del ácido amplios segmentos de la lámina, creando zonas tonales rociando con resina ciertas zonas de la lámina y calentándola para quede adherida antes de sumergir el papel en un ácido) o aguafuerte (la técnica en la que la lámina es recubierta de una fina capa de barniz protector para que el grabador dibuje con un estilete de punta cónica muy afilada llegando justo hasta el cobre sin penetrar en él para luego sumergirla en una solución de agua y ácido nítrico).
Las imágenes se agrupan en las series Pinturas de Velázquez, serie realizada por el interés del rey Carlos III en difundir copias de las grandes obras que formaban parte de la Colección Real, como las de Velázquez; Caprichos, en la que muestra una visión de la España de su época con estampas donde critica los vicios y costumbres de la sociedad; Desastres de la guerra, en la que relata las crueldades y miserias de la Guerra de la Independencia de 1808; Disparates, en los que Goya recrea un mundo nocturno e infernal que refleja su pesimismo en los últimos años de su vida; y Tauromaquia, con corridas de toros de la época e imágenes de hechos sonados como la muerte del torero Pepe Hillo.