El nuevo multamóvil de la Policía Local recorre las calles e impone ya sus primeras sanciones

El nuevo multamóvil de la Policía Local recorre las calles e impone ya sus primeras sanciones
El ControlCar de la Policía Local es un sistema que va montado en nu vehículo sin rotular | quintana

Estos días los infractores ya han comenzado a recibir las primeras multas del nuevo ControlCar de la Policía Local, que algunos llaman multamóvil. Se trata de un sistema que permite sancionar a cualquier coche que esté mal aparcado de forma cómoda y rápida. Dos agentes de la Unidad de Disciplina Vial vigilan el estacionamiento a través de un monitor que controla dos cámaras en el techo del vehículo y que leen las matrículas y sacan fotos de los coches estacionados. El agente no tiene más que marcar los que están estacionados indebidamente y luego descargar los datos en la central. “Esto va a aumentar el número de multas sensiblemente –reconoció el oficial José Manuel Cancelo– pero tendrá un beneficio en la seguridad y la circulación”.


En realidad, el ControlCar se halla todavía en fase de pruebas, puesto que todos los agentes de la sección de Disciplina Vial tienen que aprender a manejar el sistema, lo que puede llevar semanas pero algunos de los turnos ya han sancionado a los infractores. Otros, como Cancelo, todavía no lo han hecho y se limitan a practicar, de una forma similar a la de un pescador que devuelve a un río la pieza que acaba de pescar: “En un primer momento vamos a ir actuando por las vías principales, las que son más interesantes para la fluidez del tráfico. Lo que queremos es que no haya doble fila, ni vehículos detenidos en el carril de circulación”.


Existen vías que ya están vigiladas por cámaras (VPV) capaces de sancionar, como Juan Flórez. En estas, el ControlCar no necesita actuar. “También nos interesan los vehículos que están sobre la acera o los pasos de cebra, poniendo en riesgo la seguridad de los peatones. Y últimamente también, dada la proliferación de carriles bici, sobre los vehículos que lo invaden”, continúa Cancelo. Las paradas de bus que aún forman un entrante en la acera también son un objetivo a vigilar.


La mala costumbre

Las multas por estacionamiento irregular, encuadradas bajo el epígrafe de “ayuda a la circulación”, constituyen la gran mayoría de las multas de tráfico, y las cámaras de VPV son las que imponen las sanciones. Cancelo señal que el “ciudadano medio tiene muy mala costumbre de estacionar mal”, pero admiten que tienen más manga ancha con los transportistas que recorren la ciudad a bordo de sus furgonetas. “Muchas veces no tienen dónde aparcar y es su trabajo –dice el oficial, que no se muestra tan comprensivo en otros casos de doble fila–.Nunca son cinco minutos, pasas de nuevo, y te encuentras el mismo coche”. Pero también vigilarán que las furgonetas no abusen del estacionamiento de carga y descarga.


El sistema está conectado con el banco de datos de la DGT, de manera que una vez lee la matrícula, puede informar al agente si el vehículo en cuestión está al día de la ITV o del pago del seguro o si su conductor tiene el permiso suspendido o sujeto a alguna limitación. “Estas infracciones también se van a sancionar”, advierte el oficial, que recalca que se tratará de no duplicar las multas en las vías videovigiladas.

Se puede sancionar a un coche en doble fila sin comprobar cuánto tiempo lleva allí, a menos que haya alguien al volante. Con semejante arsenal tecnológico a su disposición, queda al arbitrio del agente decidir si sancionar. “Lo vamos a hacer a primera pasada ya ¿eh? –advierte Cancelo– No vamos a hacer una segunda”.

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