La firma gallega Orballo, que posee la única plantación de té ecológico para comercializar en España, situada en Paderne, cumple diez años de vida desde que Gerardo Lagares gestó el proyecto inicial a raíz de su trabajo de fin de máster.
Desde la aldea de Donín, en Paderne, Orballo, que recibió en 2021 el Reconocimiento Reservas de la Biosfera al compromiso medioambiental en la categoría “marca” que otorga el Ministerio para la Transición Ecológica, ya tiene 16 tipos de infusiones y 36 referencias aromáticas.
El camino para llegar hasta aquí no ha sido sencillo, pues la iniciativa nació como un proyecto universitario de Gerardo Lagares para intentar generar en las tierras gallegas un valor añadido. “En Galicia hay una problemática. Las tierras son fértiles, pero se usan cultivos con poco valor añadido como el cereal, el pasto o el eucalipto”, explica. Por eso, lo que hizo en un primer momento fue seleccionar terrenos con eucalipto, retirarlo y plantar otros árboles como castaños o nogales que “tienen mucho valor como materia prima y generan fruto”.
En medio de ese viaje se unieron al proyecto su socio Jorge Millán; el ingeniero agrónomo Joaquín Barral; la encargada de la operativa industrial, Inés Carneiro, y el responsable de Marketing, Óscar Torres. Como los árboles tardaban en crecer, Orballo optó por el cultivo de hierbas aromáticas como el tomillo, la albahaca y el romero, que en Galicia se dan muy bien por el terreno y la climatología. Para aprovechar todas sus propiedades, nacieron las infusiones, siempre “con ese afán de generar valor añadido, de una forma respetuosa”.
Sin embargo, estos emprendedores no querían quedarse ahí y se preguntaron si sería posible cultivar la camelia sinensis, la planta de la que procede el té, en Galicia. “Hicimos una prueba y vimos que los resultados son interesantes”, asegura Lagares, quien lleva unos cinco años cultivando y comercializando té gallego.
La suya se convirtió así en la primera plantación ecológica certificada de té de la Europa continental. Ahora buscan que sus infusiones sean “buenas para las personas”, que puedan disfrutar de sus propiedades y que al mismo tiempo les gusten.