El paso del temporal que este miércoles azotó la ciudad de A Coruña dejó numerosas incidencias a lo largo de los barrios, aunque por suerte ninguna de gravedad. Aunque llovió durante toda la noche y ya empezó a soplar el viento, fue a última hora de la madrugada y primera de la mañana cuando se empezaron a notar los peores efectos de las rachas.
Así, sobre las 7.00 horas, cuando en la estación de MeteoGalicia en Coruña-Dique se registraba una racha de viento de casi 128 kilómetros por hora, algunos viajeros de los autobuses urbanos que transitaban por las zonas más cercanas a la costa y expuestas al aire notaron cómo el vehículo se agitaba con la intensidad de las ráfagas.
Fue a partir de esa hora cuando los Bomberos empezaron a multiplicar sus salidas para solucionar pequeñas incidencias. A las ocho y media se desplazaban hasta Concepción Arenal, donde el fuerte viento había tirado material de obra desde el tejado de un edificio, mientras que Matogrande, y en concreto la calle Enrique Mariñas Romero, era el siguiente destino de los agentes de emergencias, que primero tuvieron que actuar ante una caída de cascotes y luego por una inundación. Además, los Bomberos también se desplazaron hasta Baltasar Pardal Vidal, muy cerca de la plaza de España, para asegurar una fachada.
Entre las incidencias que más curiosidad despertaron durante la mañana del miércoles en A Coruña estuvo también el desprendimiento de la bola de Navidad instalada en la Marina.