Hace casi tres meses que se demolió el poblado de A Pasaxe. Tras dos años de espera para que los últimos pobladores pudieran ser desalojados por orden judicial. Ahora una explanada cubierta de grava ocupa el lugar en el que un día se levantaron docenas de chabolas. Es un lugar mucho más tranquilo, lo que lo convierte en ideal para pescar. Por eso el muelle se ha convertido en un refugio de pescadores, que echan las cañas al borde de la ría, apoyándolas contra los bloques de cemento que marca el perímetro bajo gestión de Demarcación de Costas.
“Antes non se podía vir por aquí”, comenta uno de los pescadores. Mientras aguardan a que algo pique, charlan tranquilamente. Ahora que no hay tanta basura y sobre todo gente, los pescadores han ido ocupando la zona sin que les detengan los bloques de Demarcación de Costas. “Non pican moito”, explica uno. Buscan doradas, pero aceptan lo que sea.
“Este colleu unha choupa”, señala alguno. Saben que todo está destinado a ser una especie de Paseo Marítimo, y que algún día una senda peatonal recorrerá la costa desde el puente de A Pasaxe hasta la avenida de Oza, como parte de un proyecto de regeneración. Pero, mientras tanto, los pescadores se han convertido en el primer signo de recuperación de la costa. Antes se apostaban el puente de A Pasaxe, a pesar del ruido del tráfico.
También se situaban junto a la zona industrial situada entre el puente y el poblado pero ahora se internan más, buscando la tranquilidad que atrae tanto a pescadores como a pescados. La zona tiene algo que convence incluso a los expertos, porque entre los pescadores se encuentra el reciente campeón de España de pesca sobre roca, que obtuvo su titulo en Avilés. Esto demuestra que, aunque aún queda todo por hacer, la desaparición de la actividad humana (y de la basura que generaba) ya ha generado los primeros cambios. No solo porque ya no hay chabolistas, sino también porque han desaparecido los furtivos que también rondaban la zona y que espantaban la pesca.
Es muy posible que durante mucho tiempo, los pescadores puedan tirar la caña en ese tramo de la ría sin ser molestados, excepto por el ocasional corredor. Es cierto que existen planes para convertirlo en una senda peatonal, pero sin plazo concreto.
La alcaldesa, Inés Rey, había presentado ya el proyecto en 2019 bajo el nombre de Recuperación ambiental del borde litoral de A Coruña. Tramo: playa de Oza-As Xubias-Puente de A Pasaxe (A Coruña). En realidad, la idea ya se llevaba sopesando desde diez años atrás, pero el poblado chabolista, y la pequeña zona industrial junto al puente, impedían llevar a cabo cualquier mejora de la zona. Ya en 2020, se suspendieron todas las licencias urbanísticas para acomodarse a la nueva normativa.
Antiguamente, esa zona era una marisma, pero fue desecada y rellenada en 1933 para que se instalaran empresas, como La Toja. Fue la conocida familia Wonenburger la que asumió la concesión. Parte de ella fue cedida en 1964 a Congeladora Coruñesa. Esta, con el del deslinde del dominio público con marítimo en 2007, perdió 5.690 de sus 16.501 metros cuadrados. En agosto del año pasado, la Audiencia Nacional ratificó que las empresas de A Pasaxe debían abandonar la zona, tanto la congeladora como una empresa metalúrgica, que ocupa 449 metros cuadrados, después de quince años de litigios. Tampoco se podrá construir allí, puesto que la línea de terreno urbanizable retrocede hasta situarse frente al colegio Santa María del Mar.
En marzo de 2022 se aprobó la propuesta de planeamiento para la ría para modificar el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM). En el documento se reducía la edificabilidad un 62,5% respecto a plan original de 2009. Entonces se incluyó la creación de zonas verdes, un carril bici y la senda costera, pero sin una fecha en concreto para su ejecución, puede demorarse muchos años. Mientras tanto, los pescadores han tomado la iniciativa y recuperado el espacio.