Pilar Couto Cantero, profesora del Área de Didáctica da Lingua e a Literatura de la Facultad de Ciencias da Educación de la UDC, representa a la universidad coruñesa en el proyecto de investigación nacional ‘Future of Bilingual Education’ (FoBE), en el que participan la Universidad de Córdoba, la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y la UDC, además de otras universidades extranjeras. El proyecto, aprobado en convocatoria competitiva y financiado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y con la colaboración en la recopilación de datos del British Council, analiza los datos que se obtienen a través de entrevistas a alumnado de Cuarto de la ESO, Segundo de Bachillerato y cursos universitarios sobre su percepción acerca de la utilidad de la formación bilingüe que perciben.
¿En qué consiste el proyecto?
Todo el mundo habla de la educación bilingüe o plurilingüe, de si funcionan los colegios plurilingües y si su metodología da buenos frutos o no, pero nadie ha preguntado al alumnado que ha estado formándose con esa propia metodología durante años para saber un poco qué es lo que ellos piensan, cuál es su percepción. Este proyecto está dedicado a eso. Lo que estamos haciendo es hacer encuestas a los alumnos para averiguar cómo creen ellos que van a utilizar la formación que han recibido. Sobre todo en torno a cuatro dimensiones: internacionalización (si les vale para cuando viajan), empleabilidad (es decir, si creen que su conocimiento de distintas lenguas les da mejores posibilidades de trabajo), interculturalidad (si ganan empatía y el conocer otras culturas a través de las lenguas) y comunicación lingüística (si creen que su competencia en comunicación lingüística ha mejorado).
¿Cuál es su papel?
En el proyecto por un lado hay investigadores filólogos y traductores que se ocupan de la labor lingüística y teórica, y por otro lado estadísticos que se ocupan de diseñar la metodología y realizar el análisis de datos. Los investigadores elaboramos los instrumentos y las encuestas que luego queremos enviar al alumnado. Ahora mismo estamos haciendo otro barrido de datos: hace poco yo en mi facultad he pasado la encuesta a un montón de alumnos de Segundo y Tercero de Educación Primaria, que se están formando para ser futuros maestros. Estamos en el cénit: este proyecto es de cuatro años y estamos en el segundo, recopilando datos, y acabamos de diseñarlo, de presentarlo en congresos, pero todavía no hemos terminado. También es importante comentar que tenemos la colaboración del British Council, que nos ha ayudado mucho a hacer las encuestas en los centros bilingües que tienen convenio con ellos.
¿Es verdad que la gente bilingüe está más preparada?
Sí. Hay gente que no está muy documentada ni aporta datos objetivos que critica mucho si esta formación funciona, cuando los resultados objetivos científicos dicen claramente que sí, que la gente bilingüe está más preparada, y con mucha diferencia. Eso lo hemos presentado ahora mismo en un congreso en octubre, en Córdoba: los resultados están ahí, son totalmente fiables. Los análisis de los datos los han hecho catedráticos de estadística y son totalmente objetivos, no son refutables. La respuesta es sí, rotundamente.
¿Qué les ha hecho llegar a esa conclusión?
Las encuestas con los propios alumnos. Más verídico y veraz que eso no hay nada. Como decía, la gente opina pero sin saber, pero en este caso es el propio alumnado que ha recibido esa educación bilingüe el que contesta a las preguntas. Si tú le preguntas a un alumno que ha estudiado en un programa bilingüe si cree que en el futuro va a encontrar un trabajo mejor por saber varias lenguas, y te dice que sí, ¿qué respuesta más objetiva queremos que esa? Es la mejor prueba que tenemos.
¿Qué le espera al estudio?
Seguir analizando datos y generar más resultados para confirmar lo que venimos diciendo hasta ahora con estudios preliminares. La idea es cuando ya llegue el final hacer un congreso para difundir todos los datos que hemos ido recabando y constatar que estábamos en lo cierto y esas cuatro dimensiones que mencionaba se han comprobado. Y saber así que el futuro de la educación bilingüe está yendo por buenos derroteros, como lanzábamos en la hipótesis inicial, cuando se planteó el proyecto y el Ministerio decidió que valía la pena.