A Coruña parece al bode del colapso con miles de coches recorriendo a paso de caracol sus calles. Desde la Policía Local reconocen que la congestión alcanza a los principales accesos de la ciudad. Los encuentros propios de la Navidad, la cita del fútbol en Riazor y los eventos culturales se han conjurado para atascar todas las calles.
"Es mejor que tengan paciencia, todo el mundo quiere entrar en la ciudad y hay problemas", comentan desde la Policía Local. La cola de vehículos en dirección entrada desde Alfonso Molina llega a Matogrande, "Circulan pero van muy lentos", señala una agente. Lo mismo ocurre en la glorieta del Pavo Real. En cambio por la avenida del Ejército, el tráfico circula más rápido, pero al llegar a Linares Rivas, se detiene en seco.
Es sin duda la jornada de tráfico más complicada que se registra en lo que va de diciembre. Aún más que el día cinco, cuando se encendieron las luces navideñas. Las colas de vehículos eran lo habitual en cualquier calle, igual que los pitidos de los frustrados conductores.