Uber aterrizó en las calles de A Coruña este martes, cuando, a partir de las 11.00 horas, una veintena de vehículos Tesla comenzó a trasladar a usuarios que solicitaron sus servicios a través de la aplicación móvil de la empresa estadounidense. La compañía anunció que tiene claro su objetivo: expandirse en la ciudad con la colaboración de taxistas, tal y como hacen en el resto del territorio nacional en el que operan. 

Pero este miércoles estos planes fueron truncados por los propios profesionales del taxi: quienes pertenezcan a las asociaciones de Radio Taxi y Teletaxi no podrán adherirse a Uber. Y quien lo haga, corre el riesgo de ser expulsado de las asociaciones. Así lo explica el presidente de Radio Taxi, Antonio Vázquez, quien pone número a los vehículos que sí podrían trabajar con Uber: quince. “Se trata de los que no pertenecen ni a Radio Taxi ni Teletaxi y solo operan en las paradas. Es, normalmente, gente mayor que no asume gran volumen de trabajo y que no quiere pagar cuotas ni comisiones”.

Para ser más preciso, el representante de Radio Taxi insiste en que “quien esté en cualquiera de las dos asociaciones no puede trabajar en ninguna plataforma no que no esté integrada en el sistema”. Sin ir más lejos, varios taxistas recibieron el propio martes la llamada de trabajadores de Uber explicándoles el funcionamiento del sistema y ofreciendo sus servicios, a lo que estos se negaron.

“Inacción” de la Xunta

La alcaldesa, Inés Rey, denunció ayer la “inacción” de la Xunta y apeló a la coordinación ante la implantación de Uber en A Coruña –también llegó el martes  Vigo con una flota entre ambas urbes de más de 40 coches 100% eléctricos–. 

La regidora señaló que la normativa se encuentra en un “periodo transitorio”. “La ordenanza de movilidad está aprobada provisionalmente y en fase de alegaciones”, dijo. Por ello, una vez tenga luz verde definitiva es cuando “estos vehículos tendrán que solicitar la autorización correspondiente”.

Pese a todo, Rey lamentó que el Gobierno autonómico “deje el tema en manos de los ayuntamientos. Como siempre, pasa la patata caliente a las administraciones locales y se lava las manos en todos los asuntos que requieren una mínima complejidad”. Recordó que todas las ciudades gallegas “estamos igual, sin regulación específica para ello”. 

La Xunta no tardó en responder a las palabras de la alcaldesa. En un comunicado, muestra “a súa sorpresa ante as declaracións da alcaldesa da Coruña, Inés Rey, por intentar responsabilizar á Administración autonómica de cuestións referidas aos vehículos de turismo con condutor (VTC), que son de estrita competencia municipal”. El conselleiro de Presidencia, Diego Calvo, animó a la regidora a que “como máxima responsable municipal, tome as decisións que considere oportunas na cidade respecto das VTC e se poña a traballar para regular no ámbito municipal”. 

En 2022 la Xunta evitó regular las licencias VTC, por lo que estas solo podían realizar trayectos interurbanos, es decir, de un municipio a otro. Pero en 2024 el Gobierno autonómico introdujo una modificación legal en la norma, dando competencia a los ayuntamientos para autorizar la prestación de estos servicios.