La Ciudad Vieja registró el segundo intento de okupación en dos días en un inmueble abandonado. Ambos tuvieron lugar durante el fin de semana y en los dos casos la Policía Local actuó antes de que el intruso llegara a apropiarse del inmueble :Es más, cuando llegaron, se había esfumado. Uno de los inmuebles, situado en el número 25 de Puerta de Aires, muy cerca de la Colegiata. La propiedad ya ha reaccionado instalando una puerta antiokupación, de manera que la Policía Local pudo retirar la cinta ayer. 

El otro incidente tuvo lugar en un lugar muy próximo, de manera que se especula que podría tratarse del mismo individuo: el inmuebles es el número cuatro de la calle Sinagoga. Este edificio es conocido porque alberga lo que los arqueólogos consideran que puede tratarse de una mikvé, un baño ritual  judío. Los agentes municipales intervinieron después de que los vecinos de la calle alertaran de que habían visto un intruso.

Aquello fue el domingo pasado (mientras que el anterior caso fue el viernes), y hasta el lugar acudió una patrulla del 092 que descubrió que la puerta estaba abierta. Presumiblemente había sido forzada pero, cuando examinaron el interior, no descubrieron a nadie. 

Los incidentes relacionados con okupas forman parte de la rutina policial, aunque de ellos se encarga sobre todo la Policía Nacional, también el 092 interviene cuando generan problemas de convivencia, o salubridad. Por ejemplo, el año pasado, la Patrulla verde de la Policía Local inspeccionó seis inmuebles. 

La solución del ladrillo 

Sin embargo, la presencia policial rara vez puede solucionar una okupación cuando han pasado varios días. Lo más efectivo es que la propiedad denuncie y, al cabo de unos meses, se lleve a cabo el desalojo seguido del tapiado de los accesos. Como señala un agente, “este problema se soluciona con ladrillos”. 

Fue el caso del 120 de la ronda de Nelle, por ejemplo, que ardió hace unos meses y fue tapiado poco después. Aunque los okupas alardearon de que volverían a entrar, nunca lo han hecho. En realidad, no se tiene constancia de que ningún inmueble tapiado haya sido allanado de nuevo, por lo que se ha convertido en la forma de actuar por defecto en estos casos: Peruleiro, Os Mallos, Palavea o Monte Alto han sido el escenario de casos importantes. 

En los últimos meses se han ido reduciendo los problemas de edificios abandonados y okupados, que generaban problemas, gracias en parte a los tapiados. Otra factor importante es la reactivación de la construcción y de la rehabilitación, que reduce el abandono.