Convertida en buena medida en el epicentro de la vida social del barrio, la pista deportiva de la Sagrada Familia vuelve a centrar las preocupacioners de la asociación vecinal. Y es que en este caso se trata de adelantarse a lo que consideran un posible disgusto debido al deficiente estado de mantenimiento y falta de resposición, al menos en lo que al cierre metálico se refiere.
Los residentes consideran que el desgaste de la verja es una amenaza para la integridad de los más pequeños, debido a la gran cantidad de salientes, puntas sueltas y hierros punzantes que afloran a simple vista. “No sabemos si es que la están construyendo a mano, pero llevamos un año esperando por ella. En muchas partes está para caerse y es una amenaza”, explica el presidente, Juan Rodríguez. “Lo hemos pedido muchas veces vía registro y nos han dicho que no había problema”, añade el representante vecinal.
La pista deportiva de la Sagrada Familia no solamente es utilizada por los niños, sino que es una especie de sede oficiosa para eventos sociales. Es el caso del concurso de tortillas o de actuaciones musicales diversa que ha organizado la asociación. Además, dentro del fomento de la vida de barrio que se propone la idea es recuperar la actividad previa a los tiempos de la televisión, internet o los videojuegos. Y para ello es clave un mantenimiento por el que se aboga en varios carteles colgados por los vecinos a la entrada del recinto