Los vecinos del entorno de O Birloque están preocupados por la situación que se vive en alguno de los edificios de la zona, que están a medio acabar y en los que empieza a ser habitual la presencia de okupas. Aunque los puntos sobre los que ponen el foco son varios, hay uno sobre el que ponen especial atención. Se trata de un edificio sin acabar de construir, pero cuya estructura ya está terminada, en la calle Mozart. “Es un edificio que ahora mismo está con ladrillo, y hay okupas que están viviendo ahí”, explica Ramón Mañana, presidente de la asociación de vecinos.
“Hay ocasiones en las que molestan a los vecinos que residen en esa zona”, añade el portavoz vecinal, que, además, lamenta el estado en el que se encuentra toda esa zona en general, más allá del edificio ya referido. “Está muy abandonada. Las aceras están en pésimas condiciones o a medio terminar. Además, la vegetación es abundante, por lo que se convierte en un lugar verdaderamente intransitable”, asegura.
De hecho, Mañana sostiene que se trata de algo que los vecinos vienen advirtiendo desde hace ya un tiempo, sin que por el momento sus demandas hayan provocado resultado alguno. “Lo venimos reclamando desde hace meses. Esa zona se encuentra muy abandonada, y en esos edificios hay gente viviendo, y no están en condiciones para ello”, explica el representante vecinal, que afirma que no se trata del único inmueble okupado. “Hay alguna casa más en la que también están”, confirma.
Ante la ausencia de soluciones, la paciencia de las personas que tienen sus domicilios en ese entorno empieza a agotarse. “Es normal, porque los vecinos quieren vivir en zonas seguras. No es agradable tener que soportar esa situación a diario delante de casa. Son condiciones muy malas y es algo que debe solucionarse lo antes posible”, asegura.
Ante la problemática de los edificios en los que se asientan okupas, los vecinos proponen que haya solucionas habitacionales para todos ellos. “Deberían hacerse más políticas que incluyan realizar viviendas sociales. La gente no puede vivir en esas condiciones porque no es algo que sea sano, sino todo lo contrario. No se cumplen las condiciones mínimas de salubridad. No puede ser”, asegura tajante Mañana.
“Los recursos deberían estar para ayudar a las personas, y así la convivencia entre todos sería más sencilla. Además, estos edificios están a medio terminar y no se están utilizando para nada en la actualidad. Lo lógico sería que sirviesen para dar un hogar a las personas que lo necesiten”, afirma.
En ese sentido, Mañana hace un llamamiento a todas las instituciones. “Ayuntamiento, Xunta, Gobierno... no es cuestión de culpar a ninguno, sino de pedir a todos que colaboren”, finaliza