De hace tres años a esta parte, el fenómeno de la okupación de viviendas se mantiene de permanente actualidad, hasta el punto de que las autoridades consideran a veces que se está generando alarma, dado que en A Coruña, como señaló recientemente la alcaldesa Inés Rey, el problema no es mayor que otras ciudades, pero genera suficiente alarma como para que la Subdelegación del Gobierno haya creado una mesa específica para afrontar este problema que durante el año pasado detectó 52 viviendas okupadas.
Fueron los agentes municipales los encargados de llevar a cabo esta tarea, que consistió en identificar a los okupas, ya se hubieran apropiado de un edificio entero, viejo o ruinoso, o de una sola vivienda de un bloque habitado. Se trata, por decirlo así, del primer censo oficial de viviendas okupas de la ciudad, y ofrece un punto de partida para determinar las verdaderas dimensiones del fenómeno en la ciudad.
Urbanismo pudo localizar a varios dueños de inmuebles abandonados para que denunciaran
La mesa de okupación se creó a raíz de las protestas que había causado la ocupación de dos inmuebles de la calle de Doctor Fleming, en A Falperra, por parte de un grupo de jóvenes inmigrantes irregulares de origen norteafricano, un fenómeno nuevo que había surgido en la ciudad meses atrás, y que había generado inquietud entre los residentes del barrio porque se había convertido en foco de peleas, hurtos, tráfico de drogas y robos con fuerza en locales, como denunciaban los vecinos. Tras ser expulsados, la mayor parte de ellos se dirigieron al vecino barrio de Os Mallos, donde continúan todavía.
Sin embargo, el “censo” incluye toda clase de okupaciones. y no solo la de edificios abandonados que son okupados por sujetos marginales, aunque sean estos los que causen mayor alarma social. Otras casuísticas, como los pisos vacíos dentro de inmuebles habitados o de inquilinos que dejan de pagar el alquiler, también son contempladas. Obviamente, es la Subdelegacion del Goierno la que lleva la voz cantante en este asunto, dado que se trata de un tipo de delito, pero los datos que recabó la Policía Local permitieron a Urbanismo localizar a los propietarios de los edificios okupados.
Hay que tener en cuenta que, al encontrarse en una propiedad privada, la Policía Nacional no puede actuar para expulsarlos, a menos que medie una denuncia de su legítimo dueño. En el caso de inmuebles viejos y abandonados, en muchos casos ruinosos, y que han estado vacíos durante mucho tiempo, a veces resulta difícil localizar a los propietarios para incitarles a presentar la denuncia que permita actuar a la Policía Nacional.
En otros casos, la colaboración entre propietarios y el Ayuntamiento permitió zanjar en tres casos de okupaciones en la avenida de Peruleiro y el camino do Pinar, un ejemplo a seguir en otras partes de la ciudad.