El fin de semana que comenzó con la bienvenida masiva a los Reyes Magos y las últimas compras previas terminó con el cierre oficial de la campaña navideña, que como siempre lo marcó la llegada de las Rebajas. Las ganas de los coruñeses de seguir comprando, tanto en las grandes superficies como en el pequeño y mediano comercio, dejó una poco habitual estampa dominical, con las calles llenas de viandantes cargados de bolsas. Incluso la jornada soleada acompañó e hizo olvidar que era 7 de enero.

En eso de la expectación nadie supera a la calle Compostela y la tienda Zara, incluso en su primer día ‘post pop up’. También es conocido el primer día de rebajas como el de las equivocaciones, ya que los clientes se dividen entre los que buscan el ‘chollo’ y los que tiran de ticket regalo para corregir los desaciertos de sus allegados. 

Hizo notar su actividad también El Corte Inglés, cuya capacidad de atracción afectó al acceso rodado, especialmente en las primeras horas. Desde el comienzo de las rebajas se pueden encontrar grandes descuentos en más de 1.000 firmas en departamentos como moda, deportes, hogar y accesorios, entre otros.

Hasta el próximo 29 de febrero, fecha de finalización de las rebajas, resulta muy sencillo identificar a un cliente de El Corte Inglés, con la famosa bolsa roja. Y es precisamente alrededor de ese imaginario colectivo donde basa la compañía su reclamo publicitario. El spot de televisión gira en torno a ella. La ciudad se inunda de bolsas rojas de rebajas de El Corte Inglés. Bajo el eslogan ‘En las rebajas siempre encuentras lo que buscas’. 

Por otra parte, una estampa no tan positiva para muchos fue ver de nuevo gente con mascarilla en el interior de los centros comerciales y establecimientos. Y es que, aunque media un abismo entre la etapa de las restricciones y la actual, la situación hospitalaria ha invitado a la prudencia por parte de muchos, aunque eso no evitó una dinámica y actividad absolutamente normales. 

El hecho de que fuese el último día de vacaciones antes de la vuelta al colegio provocó, además, que muchos niños y jóvenes se dejasen ver, por un lado con ropa de estreno, y por otro en la búsqueda junto a sus padres de más compras.