“Los pueblos que aspiran a su engrandecimiento, (...), no pueden dejar en el olvido los grandes hechos que nuestros antepasados (...) llevaron a cabo legándonos heroicos ejemplos que imitar en las grandes crisis por que las naciones atraviesan”, así recordaba a María Pita el programa de festejos en su honor que la ciudad organizaba hace 140 años. En concreto, los tres primeros días de julio de 1881.
 

“A enaltecer a esa heroína, a conservar a las generaciones venideras, puro el recuerdo de tan glorioso hecho de armas merced al que se vio nuestro pueblo libre de extranjero yugo, están dedicadas las fiestas de A Coruña, cuyo Ayuntamiento, unido a las sociedades de recreo constantes patrocinadoras de toda idea noble”, enaltecía un programa en el que entidades como el hoy Circo de Artesanos tenía importante presencia, organizando, por ejemplo, “un suntuoso baile en obsequio de los forasteros”, durante el segundo día de festejos, en lo que en aquel momento era su local a estrenar en la calle de Juana de Vega.
 

La intención de aquel programa era abrir las fiestas, el 1 de julio, con “cohetes y bombas de palenque”, así como el repicar de campanas para anunciar “al vecindario el principio de las fiestas”. De la casa del Ayuntamiento saldrían los gigantes y cabezudos que recorrerían la ciudad, ejecutando “divertidas danzas”. La música, tanto en el teatro principal, como en las plazas, la función religiosa en la que participaba la corporación municipal, proseguían unos festejos que tenían entre sus propuestas más llamativas “la primera ascensión del globo cautivo’, “espectáculo que por primera vez se presenta en España” y que permitía subir a varios vecinos en su “cómoda barquilla”. 

Una “gran función de fuegos artificiales” en el paseo de Méndez Núñez, misas de campaña, la ‘Gran Ascensión’ del globo de Mister Simmons o la “sorprendente iluminación a la veneciana” que llenaba Méndez Núñez con 10.000 faroles completaban una programación en la que se contemplaba también el reparto de donativos a los más necesitados.

Programa turístico en 1920

Con el paso de los años, el programa festivo se convirtió también en una guía turística, en la que destacar los actos del verano y los lugares predilectos para los visitantes. Así, entre descripciones de la Torre de Hércules o de los jardines de Méndez Núñez y los más variopintos anuncios de la época, se contaban también las propuestas para honrar los festejos veraniegos.
 

Festejos con ‘Cine popular’, Función del Voto, cabalgatas alegóricas o fuegos artificiales durante los primeros días de agosto.  Una ‘Gran Batalla de Flores’, la ‘Serenata Marítima’ o las verbenas del Sporting Club iban alimentando las necesidades festivas de los herculinos, que contaban también con ‘Tiro de pichón’, bendiciones de automóviles, música en el Kiosco Alfonso, veladas musicales de la banda militar en Méndez Núñez o sesiones de cine en los salones Doré y París.

Entre los lugares que destacaba el programa-guía estaban también los futuribles, como aquel ‘Gran Casino Hotel’ que no se llegó a construir y cuyo diseño original (1914) se puede ver hoy en día en la muestra ‘A Coruña no tempo’, en Afundación.