Convertida desde hace años en una zona de referencia no solamente a nivel local, sino también autonómico y nacional, el ocio nocturno del área portuaria hace llegar al usuario una experiencia en la que cada uno de los inputs que recibe forman parte de un elaborado y planificado proceso que conviertan cada noche en un momento exclusivo, único, inigualable y donde la única preocupación sea pasarlo mejor que la noche anterior.
Y es que convertir un pub en un reclamo incluso turístico no solamente pasa por ser capaz de atraer la mejor oferta con los Dj de referencia, conciertos de temática ecléctica o equipos de sonido e iluminación punteros en las grandes salas a nivel mundial. Que el cliente se sienta como en casa, en el sentido más estricto de la expresión, forma parte del concepto de ocio seguro que siempre ha sido bandera y prioridad en las instalaciones de la zona portuaria. De nada serviría ofrecer lo mejor si un ojo lo tuviésemos puesto en la sala de baile y el otro en lo que nos rodea.
Para construir esa sensación de seguridad tan necesaria en el día a día, y tan agradecida cuando lo único que queremos es pasarlo bien, existe toda una arquitectura con redes de protección y prevención. Sin embargo, igualmente fundamental se antoja que el principal beneficiado de todo ese trabajo no se dé cuenta de que está siendo protegido y que detrás de la experiencia hay todo un equipo de profesionales velando por crear el entorno más seguro.
Doble red
La zona portuaria cuenta con una doble red de seguridad activa y pasiva. Ello es, por un lado existe un trabajo constante de control de accesos y vigilancia y, por otro, se realiza una labor de supervisión en el interior de cada uno de los locales. Todo con la consigna fundamental de que el trabajo de los profesionales no interfiera en el disfrute de los clientes. Para ello existe, por un lado, un servicio de seguridad privada, y, por otro, la seguridad propia de cada uno de los locales de la oferta nocturna. Ambos trabajan en colaboración y contacto constante. La idea es que no sepamos en buenas manos, sin saber que hay unas manos que nos protegen.
Los conceptos de seguridad y protección van de manera indisociable unidas a la respuesta policial como último garante de la red de protección. En el extremo caso de necesidad de actuación por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad el tiempo estimado de respuesta está por debajo de los dos minutos, ya que en ese caso confluyen en beneficio del bienestar social la labor ya de por sí vigilante de la Policía y la coordinación de un servicio de seguridad que convierte el puerto en el área nocturna donde pasarlo cada noche mejor sea lo único que importa.