La construcción de estas casas, da inicio por instancia al Ayuntamiento el 11 de diciembre de 1875, de Manuel Batanero Montenegro, Abogado, propietario y Diputado a Cortes, vecino de Madrid, y por su encargo, José Benito Tato, de la Coruña, bajo la supervisión del arquitecto Faustino Domínguez. En 1876 como dueño de los solares 8 y 9 de la proyectada Plaza del Campo del Derribo, se propone edificar con arreglo al plano general, cuya autorización solicita. El Municipio en su propósito de construir el Palacio Municipal, empezó a desmontar la cantera que existe en el solar del mismo e inmediación. La piedra, está ocupando un sitio que imposibilita hasta cierto, punto el desarrollo de las obras.
Otorgando a Batanero, permiso para extraer y utilizar en su proyectada obra, la piedra almacenada en el Derribo por el Municipio, y desmontar y utilizar las demás que precise al mismo objeto. La Alcaldía desde el inicio de la construcción de la plaza de Alesón, en el Campo del Derribo, viene dispensando ciertos beneficios a los dueños de los solares para facilitar la cesión de piedra solicitada. Daniel Pardo González, utilizó en la casa que hubo de obrar en el solar n 12, parte de la piedra extraída de los desmontes del Campo de Carballo.
El Ujier municipal, comunica a Benito Tato el acuerdo de edificar las casas en los solares 8 y 9 de la recién estrenada Plaza de María Pita y propone al Municipio efectuar la rasante marcada y el desmonte en roca necesario para extracción de la mampostería a emplearse en la construcción de sus cimientos y muros de las dos casas, transportando los escombros al Campo de la Estrada.
La ejecución del desmonte en roca de dicha plaza, según la rasante marcada, al precio de 14 reales m3, quedando a favor del proponente la piedra de mampostería que resulta utilizable para cimentar y construir los muros que han de ejecutar, siendo de su cuenta el transporte de escombros, al Campo de la Estrada ó la Puerta de la Torre, según lo designe.
Batanero solicita permiso que las buhardillas proyectadas en la finca, sobre la fachada principal, ampliarlas cinco metros y corridas en toda la extensión de la finca de Oriente a Poniente y en la fachada de la Marina, correr de igual modo aquellos, sobre la tercera y última, poniendo galerías como a los demás, sin alterar la altura.
Bruno Herce, alcalde de la ciudad, envía un escrito al gobernador provincial, al cual había recurrido Batanero, ante la negativa municipal de dar autorización al permiso solicitado para construir una buhardilla corrida de Oriente a Poniente, en la vertiente de las fachadas de las dos casas, que está construyendo en la plaza de María Pita.
Al tratarse de una plaza monumental, que el Ayuntamiento, adoptó y aprobó el Gobierno provincial en 7 de abril de 1860, con este proyecto el interesado adquirió los solares en que está edificando y solicitó permiso para las dos casas y le ha sido otorgado.
Hoy pretende la adicción de una nueva construcción que rompe la uniformidad y armonía de los edificios que han de construirse en la referida plaza, esto no puede concederlo el Ayuntamiento sin quebrantar el anterior acuerdo, que se halla como regla general establecido. La alzada de Batanero, no procede en el concepto legal e inadmisible en la consecuencia pública de la Policía Urbana. Así se le indicaba al gobernador, que tuviese en cuenta los motivos aducidos el 22 de mayo de 1877. Pero el 25 de junio, el Ayuntamiento, queda obligado a cambiar de parecer y dar la oportuna licencia a Batanero para levantar sus buhardillas, como las tenía diseñadas.
Siendo reconocido por el Ayuntamiento en su último acuerdo y obligado para los propietarios de los solares y edificios de la Plaza de María Pita, construir una buhardilla cerrada de 90 centímetros de alto, retirando, cinco metros de las fachadas de los edificios que caen a dicha plaza. Propuesta acordada el 5 de julio de 1877.
En sesión plenaria del 13 de julio, la mayoría de los concejales se niegan a conceder licencia para construir dicha buhardilla a Batanero, aprobado por el Gobernador civil de la provincia, El 20 de agosto, los planos del alzado son aprobados por el arquitecto municipal Juan de Ciórraga y levantados el 12 de septiembre.
Revocando el Gobernador civil el 18 de agosto de 1877 el acuerdo municipal sobre dichas casas, para la concesión de la licencia, recurriendo el Ayuntamiento en alzada el 16 de septiembre de 1877, ante el ministro de la Gobernación, exponiendo que en el espacio que ocupaban las inútiles y demolidas fortificaciones que existían en el centro de esta ciudad, se trazó, de acuerdo con el ramo de la Guerra y la Hacienda pública, una plaza que habrá de ser la mayor ó principal, con condición de monumental, de la que carecía la población, que es la primera y más importante de Galicia. Aprobado todo, por la Superioridad, procedió a la venta de los solares.
Estas casas tienen cinco plantas, tanto por la entrada de la Plaza de María Pita, cuyo cuerpo se compone de bajo, una primera ó entresuelo, tres altas y una abuhardillada, se corresponden con los números actuales 13 y 14 de dicha plaza. Dando su espalda al Sur, donde se extiende la planta baja nivel inferior, por el desnivel de la rasante del suelo y se alzan cinco plantas corridas de galerías, se corresponden con la avenida de Montoto con los números 2 y 3 donde aparecen grabadas en la parte superior del arco metálico de cada arcada, la composición del apellido del propietario de los edificios; “BATANERO”.