Como suele ocurrir por estas fechas, las máquinas han invadido la playa de Riazor para levantar la duna de protección contra los temporales. La Concejalía de Medio Ambiente lleva esta acción cada año para evitar que el oleaje inunde el Paseo Marítimo durante las alertas o, por lo menos minimizar el impacto.
Los trabajos se suelen prolongar una semana, lo suficiente para que las excavadoras consigan levantar una duna de dos metros de altura justo en medio del arenal. Pero como cada vez que tiene lugar un temporal, las olas erosionan las dunas, lo habitual es que a lo largo de la temporada, que dura unos seis meses las máquinas excavadoras regresen varias veces a Riazor para rehacer la duna y asegurarse de que sigue siendo una barrera eficaz.
La duna se levantó por primera vez en 1995, después de que un fuerte temporal derribarse parte de la antigua balaustrada del Paseo Marítimo. Años después, volvió a ocurrir, de manera que la playa de Riazor perdió la balaustrada que si recorre el resto del Paseo Marítimo.
Entre una y tres veces al año
El Ayuntamiento calcula que este tipo de situaciones meteorológicas se dan entre una y tres veces al año de media. La temporada pasada, por ejemplo, fue muy tranquila, sin alertas rojas, y aunque el mar llegó en alguna ocasión a salpicar el Paseo Marítimo, no dio lugar a inundaciones.
Actualmente, aunque se han producido un par de alertas amarillas, tampoco ha habido que lamentar ningún daño importante, puesto que no han coincidido con pleamar y en mareas vivas.