El contador de días sin cobrar de los trabajadores de las bibliotecas municipales crece al mismo ritmo que la inquietud de los afectados por encontrar una solución al problema. El paso dado el pasado lunes por parte del Ayuntamiento, con el anuncio de sanciones a LTM, la empresa responsable de la concesión, es visto no solamente con recelo sino también con asombro por parte de los demandantes.
Elisabeth Rodríguez, quien le ha puesto voz y argumentos a la reivindicación de sus 76 compañeros, tiene conocimiento del proceso sancionador a través de los medios de comunicación, por lo que se muestra cauta a la hora de reaccionar. “No nos consta esa información, más allá de las declaraciones de la alcaldesa, así que no es algo que nosotros podamos confirmar ni desmentir”, afirma. “Sabemos que se reunieron el pasado viernes y estamos a la espera de que nos aclaren más, pero puede ser una declaración política más, ese paso no soluciona nada”, añade Rodríguez.
Y es que, con la paga extraordinaria de junio y el salario de julio pendientes, los trabajadores de las bibliotecas municipales entienden que un proceso sancionador a una empresa que adolece de liquidez resulta incongruente y una medida previsiblemente ineficaz. “Es como si Hacienda te cobra más porque no eres capaz de pagar tu deuda con ellos, no sé en qué lugar quedamos las trabajadoras con una medida de sanción económica”, recuerda Elisabeth Rodríguez, que apunta a un cambio más grande que tiene que ver con convertir el servicio en público a todos los efectos: “Si hay una ley de contrato público, entonces habrá que ponerla en marcha”.
La alcaldesa de A Coruña, Inés Rey, quiso lanzar en su comparecencia del pasado lunes un mensaje de tranquilidad al conjunto de trabajadores de las bibliotecas. En último término, aseguró, será el propio Gobierno municipal el que se haga cargo de la deuda: “Si no se realiza el pago, lo abonará el Ayuntamiento”.
La alcaldesa, además, subrayó que los procesos administrativos “llevan su tiempo” y que en “último caso, se rescindirá el contrato”. Sin embargo, los afectados exigen la agilización de esos trámites por la complicada situación económica en la que se encuentran, con dos pagos pendientes.
Acostumbrados a los retrasos en el cobro, que califican de habituales, los trabajadores de las bibliotecas municipales advierte su portavoz, Elisabeth Rodríguez, que no pararán hasta estabilizar su situación: “No cobrar implica no ir a trabajar, el jueves tenemos asamblea de trabajadores para seguir organizándonos, porque no tenemos la previsión de que nos pagues pronto”.