Circular por algunas calles de O Martinete sirve para comprobar que los cables del tendido eléctrico en esa zona se encuentran a una altura demasiado baja, algo que denuncian los vecinos de forma reiterada, ya que puede suponer “un peligro”. Así lo corrobora el presidente de la asociación vecinal Os Anxos, Ramón Mañana, que admite que existe preocupación por este asunto. “Es algo de lo que llevamos tiempo avisando, y requiere una solución inmediata antes de que haya que lamentar consecuencias”, asegura.
Mañana sostiene que, además del problema con los cables, también alguno de los postes que los sujetan se encuentran en condiciones que califica de “lamentables”. “Hay uno que se puede caer en cualquier momento, porque está muy afectado”, explica.
En todo caso, el representante vecinal expone otra demanda, que tiene que ver con el tráfico de la zona. “Esta es una zona en la que hay demasiado tráfico y por la que circulan muchos vehículos pesados. Y no tiene sentido, porque es un lugar con muchas curvas y muchas casas cerca, que no tendría que soportar tanto trasiego. Hay alternativas de sobra: por la Tercera Ronda, por Pocomaco, por San Cristóbal, por Alfonso Molina… Y sin embargo, gran parte del tráfico pasa por aquí, con el peligro que eso conlleva”, detalla.
“Además, pasan muchos camiones y vehículos altos, y con los cables tal como están, es un peligro. Es bastante lógico pensar que ahora están así de bajos porque alguno le habrá golpeado alguna vez”, añade.
Por todo lo expuesto, Ramón Mañana considera que es “necesario” reducir el límite de velocidad en esas calles con viviendas cerca a treinta kilómetros por hora, “como ya sucede en otras zonas de la ciudad”. “Los vehículos pasan a mucha velocidad y se aprecia que es una temeridad. También pedimos responsabilidad a los conductores. Y es necesario que haya pasos de peatones elevados y reductores de velocidad. A veces, hasta parece que aceleran cuando ven a una persona cruzando la calle y es el peatón el que se ve obligado a acelerar el paso. Es un despropósito”, lamenta.
Además, el exceso de tráfico trae otros problemas a los vecinos. “La contaminación acústica es considerable. Mucha gente sufre problemas de nervios o ansiedad por ello”, asegura.