La espera fue larga, al menos para ellos. Los mismos que han sido protagonistas durante esta época navideña de alegría e ilusión. Los mismos que hoy se despertaron con caras de sorpresa, gritos de emoción, papeles de regalo por el suelo y algún que otro trozo de roscón.
La realidad es que tras una noche plagada de nervios, los Reyes Magos volvieron a cumplir los deseos de miles de niños coruñeses. La estampa más común de las calles de A Coruña ha sido la de algunos niños sacando a pasear sus regalos de estreno.
Algunos sobre ruedas –dos o cuatro, depende del regalo– otros jugando con el tradicional balón, que un año más, no falló en su cita santa en la ciudad.
Ni el pavimento mojado tras el reciente temporal que azotó a la ciudad pudo frenar la ilusión de todos los que quisieron, tras pequeños rayos de luz, relucir sus adquisiciones nuevas. Algunas igual ya avecinaban los regalos “porque lo puse en la carta”, como explicaron algunos niños. Otros, igual no, pero a caballo regalado…
Todo esto después de la cabalgata del pasado domingo, donde más de 100.000 personas pudieron saludar de cerca a Sus Majestades y suplicar sus últimos deseos. Algunos se cumplieron, seguro.
Apenas llevaba un par de horas el sol alumbrando a la ciudad cuando las calles se llenaron de los únicos a los que no les importa madrugar en festivo. Allí probaron sus muñecos, coches, bicis, patinetes o algún que otro producto electrónico. Todos ellos, recién salidos del paquete.
La mayoría de ellos quería volver rápido a casa porque como dijo Gaspar tras la recepción real en María Pita, “hai que ir pronto para cama”. Pobre del que se la quisiera jugar.
La mayoría dejaron sus zapatos preparados y se fueron a dormir temprano, no sin antes, por supuesto, preparar los particulares obsequios a Melchor, Gaspar y Baltasar. Galletas, leche y algún polvorón es siempre lo más común, así como agua y zanahorias para los acompañantes de Sus Majestades, los camellos.
Al que se porta bien, sus deseos se cumplen. Los Reyes Magos no han querido olvidarse de nadie, incluido de los adultos.
“El hecho de tener niños hace que se siga viviendo con la misma ilusión y alegría que cuando era pequeña”, comenta Vanessa García, hoy en día madre, pero con la misma pasión que cuando era tan solo una niña.
Eso sí, poca comida y bebida quedó en la mesa tras la llegada de los Reyes a cada hogar de la urbe herculina. Ahora toca que descansen y cojan fuerzas para que el año que viene vuelvan a llenar de magia e ilusión las casas y las calles de la ciudad.
Otra estampa habitual en la ciudad en la mañana del 6 de enero es la basura. Una infinidad de cajas de cartón, así como papel de regalo, formaron una gran pila alrededor de los contenedores de la urbe coruñesa.
Especialmente complicada fue la tarea de depositar residuos y restos en algunos contenedores, ya que a lo largo de la mañana una gran cantidad de envoltorios de regalos no hicieron más que perjudicar el entorno urbano.
A esto se sumó la intensa actividad del ocio nocturno, que también vivió una de sus noches más importantes del año, con decenas de locales a rebosar desde la una de la madrugada. Después de Nochevieja, es una de las grandes citas para inaugurar este 2025.
La Navidad se acaba, con lo bueno y con lo malo. Tras dos citas de llegada masiva de regalos –Papá Noel y Reyes Magos– y el habitual alumbrado navideño, la festividad navideña llega a su fin.
No obstante, el frío seguirá presente en la ciudad, y con él, algunas de las actividades propias de esta época, como la posibilidad de patinar en la pista de hielo, que estará disponible hasta el próximo 19 de enero.