¿Cómo afrontar la ola de calor que asola España? Con el mercurio por encima de los 30 grados es conveniente adoptar medidas y, aunque son varias las recomendaciones, la más importante “es el sentido común”, explican desde el Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac).
El verano debería ser “una época maravillosa para cuidarnos” pero la tendencia suele ser “descuidar hábitos saludables” y excederse en el consumo de alcohol, grasas saturadas y azúcares, más aún en unas semanas como las anteriores y las que vienen, de muchas celebraciones en Galicia.
Tras la muerte de dos ciudadanos en los arenales de la ciudad como consecuencia de sendos infartos, Sonia Bolaño, médico del Servicio de Urgencias del Chuac, explica que la influencia de las altas temperaturas puede derivar en “descompensaciones” en enfermos cardiovasculares, pues “cada grado de temperatura aumenta el riesgo de estos eventos en un 3 o 4% y, en días de calor extremo, el riesgo de infarto puede incrementarse incluso un 7%”.
El calor causa “vasodilataciones”, lo que obliga al corazón a bombear más y exige un esfuerzo extra al miocardio, y esto puede derivar en infartos, anginas o insuficiencia cardíaca, e incluso en muerte por estas causas, precisa Bolaño.
Además, durante una ola de calor son habituales los episodios de deshidratación, lo que hace que se puedan producir arritmias, con lo que también han de extremarse las precauciones en este sentido, especialmente aquellos ciudadanos con alguna cardiopatía avanzada, que son los más vulnerables en este aspecto, continúa la médica, que recomienda evitar las playas en jornadas como los que se acaban de registrar en Galicia.
Otro de los peligros de los que advierten los especialistas son los golpes de calor, cuyo riesgo aumenta en estos días y que, aunque no produce una afectación cardíaca como tal, sí son frecuentes en personas de edad avanzada, con tratamientos hipertensivos o diuréticos, y que cursa síntomas como “temperatura elevada y bajo nivel de consciencia”, añade Sonia Bolaño. El denominado “clásico o pasivo”, el que se suele dar en personas en franjas de edad más vulnerables, es el más grave. Además, en un golpe de calor resulta llamativo que no se produce sudoración porque “hay una alteración del mecanismo termoregulador del organismo”, matizan desde el Servicio de Urgencias del Hospital de A Coruña.
Consultada sobre otras cuestiones a tener en cuenta, la médico insiste en la importancia de mantener los hábitos durante los meses de verano porque cualquier cambio “es un riesgo para los pacientes cardiópatas” y porque en período estival es cuando se hacen más transgresiones dietéticas, e incluso farmacológicas: “La gente se va de vacaciones y algunos hasta se olvidan la medicación, y es importante evitar estos descuidos”, indica Bolaño.
En este sentido, la médico advierte de que los enfermos cardiópatas tienen que tener “mucho cuidado con los excesos”; mantener el consumo de frutas y verduras y una hidratación adecuada; evitar la sal, el alcohol o la cafeína, “que tienden a deshidratar” al individuo, y ‘escapar’ de las playas en las horas centrales del día, cuando más peligro existe, como evidencian los datos de los últimos años en Galicia.
En cuanto a los enfermos con tratamiento diurético, la doctora sostiene que es necesario tener un seguimiento por parte de su médico de cabecera, “pues no pueden tomar el mismo agua que pacientes que no toman mediación”, precisa Bolaño.