La subida de los costes de Nostián hace temer la salida de los municipios del área

La subida de los costes de Nostián hace temer la salida de los municipios del área
La planta de reciclaje de Nostián lleva más de veinte años funcionando y trata la basura del área con excepción del municipio de Arteixo, que lo abandonó en 2017 | Patricia G. Fraga

La polémica sobre el futuro de Nostián está marcando el final del año en la política municipal: El cambio de modelo de reciclaje que implica el anteproyecto presentado este mes pone en jaque la participación de los municipios del área agrupados en el Consorcio As Mariñas, y que son necesarios para la viabilidad de la planta. Por eso la alcaldesa, Inés Rey, recibió ayer al presidente del consorcio, José Antonio Santiso, para darle explicaciones. Todo ha quedado en el aire a la espera de una reunión de regidores después de Reyes, y la permanencia del consorcio sigue en cuestión, sobre todo ante el peligro de una subida de la tasa de recogida. 


La reunión empezó con mal pie, puesto que As Mariñas no había sido informada de ningún cambio, y solo se enteró con la publicación del anteproyecto para el nuevo contrato de la planta. Aunque el tono fue cordial (el acto, a fin de cuentas, era institucional) este hecho no podía olvidarse. “Lo que le trasladé a la alcaldesa es nuestro estupor por el cambio de sistema”, admitió Santiso.
 

El que se ha empleado hasta ahora es el húmedo-seco u orgánico e inorgánico. Este va a desaparecer, y A Coruña y su área se homologarán con el resto de España incorporando un tercer contenedor, para envases ligeros (además del de cartón y cristal). El cambio es importante porque condiciona todo el proceso de reciclaje, de ahí la preocupación de los municipios del área. “Lo que nos trasladaron fue que se rompía con el anterior sistema”, continuó el responsable. 
 

El Ayuntamiento se aferra al hecho de que hay que ajustarse la normativa para explicar un cambio que, en principio, supondrá una subida en el canon que se paga por la tonelada de basura, así como una reducción en los ingresos. Es posible pedir un permiso al Gobierno para operar bajo unas condiciones propias, lo que se conoce como “excepcionalidad”, pero es algo que no contemplan en María Pita. 
 

Santiso confirmó que la alcaldesa le había informado de que “no se va a tratar la excepcionalidad y nosotros le dijimos que desconocíamos el cambio y le trasladé mi descontento por no habernos anunciado previamente que se iba a cambiar radicalmente el asunto”. Para tratar de calmar sus inquietudes, la alcaldesa prometió que se le explicaría las nuevas condiciones a los ocho regidores del área (excepción hecha de Arteixo) en enero.  
 

Precio al alza  

La concesión de recogida del consorcio termina en 2025 y aunque esta la realiza Cespa (ahora comprada por Prezero), y no Albada, que es la concesionaria de Nostián, es inevitable que esta también se vea afectada de forma importante. “Suponemos que va a haber un incremento en el precio”, concluye Santiso. No solo por el coste de los contenedores en sí, sino porque también encarece el transporte y, por si fuera poco, es posible que bajen los ingresos relacionados con la recuperación de materiales.  
 

“Evidentemente, tenemos que mirar los intereses medioambientales, sociales y económicos de los ayuntamientos de los que somos responsables –señaló Santiso, que es alcalde de Abegondo–. Nuestra voluntad siempre fue llevar la basura a Nostián pero tenemos una tasa de 130 euros al año por la recogida y tratamiento. Si se nos va a variar eso, nuestros ciudadanos quieren saberlo”. 

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