El 18 de septiembre de 2021 marcó un antes y un después en los barrios de la ciudad. Los vecinos de Os Mallos salieron a la calle hartos de la inseguridad en lo que siempre han defendido que es un distrito tranquilo.
Fue hace 365 días, a las 18.00 horas, cuando cerca de 550 personas partieron desde Vioño para clamar contra las okupaciones y la delincuencia. Esa movilización, convocada por la Plataforma Veciñal Os Mallos, finalizó con una cacerolada en el número 137 de la ronda de Outeiro, de especial actualidad en la última semana por una agresión de diez personas a un joven. Esta concentración fue la semilla de todo lo que estaba por venir, y es que un mes y medio más tarde, la llamada de Os Mallos fue secundada por varias entidades vecinales de otros barrios en María Pita. A la hora de hacer balance, la gran mayoría de estas coinciden al afirmar, con rotundidad, que nada ha cambiado.
“Este aniversario coincide con todo lo que está pasando estos últimos días. Un robo en una joyería, pelea en la ronda de Outeiro, una okupación, iluminación que no llega y que llevamos dos años pidiendo y una limpieza que libra por su ausencia”, comentan fuentes de Os Mallos Unidos. Estos, además, temen la llegada del otoño, ya que “se hará de noche más pronto y empeorará la inseguridad. La gente tiene miedo”, dicen.
Desde esta plataforma, además, se dan por aludidos ante las palabras de la alcaldesa, Inés Rey, cuando este viernes señaló que no iba a permitir que nadie estigmatizase ningún barrio de A Coruña. “Lo más atroz de la gente mala es el silencio de la gente buena”, replican.
Os Mallos Unidos, que también impulsó otras movilizaciones por el barrio hace meses, adelanta que “si no hacemos más manifestaciones es porque no nos hacen caso, ni siquiera cuando reclamamos las cosas por escrito”. También en este distrito, la Plataforma Veciñal Os Mallos, artífice de la primera gran marcha en repulsa de la inseguridad, hacen balance del último año. Los integrantes de esta asociación empapelaron en agosto de 2021 las calles con carteles con el menaje “fora okupas e droga do barrio dos Mallos”. Hoy, sin embargo, consideran que sí se han visto cambios por parte del Gobierno local. “A situación mellorou dunha forma notoria. Vese máis tranquilidade e que efectivamente as reivindicacións que se fixeron tiveron un eco case inmediato por parte do Concello, que mobilizou máis policía á zona no momento máis crítico”, consideran. Sobre la pelea en la ronda de Outeiro esta misma semana, creen que se trata de “un punto concreto”, pero sí que apoyan la idea de que “a Subdelegación do Goberno tomase cartas no asunto porque é un tema que corresponde a eles”.
En A Falperra comparten opinión con Os Mallos Unidos. Todo sigue igual, afirman desde la asociación de vecinos: “Nosotros afortunadamente estamos tranquilos pero recordamos el problema que tuvimos con la okupación y es algo que deteriora los barrios. Se necesita policía de barrio, que es lo que reclamamos hace un año. En cualquier momento pueden volver o los okupas”.
As Conchiñas se considera una zona tranquila, exceptuando incidentes puntuales, pero también ven necesario implantar la figura de la policía de barrio. “Antes había dos agentes a pie por las calles y es algo que estaría bien recuperar”, señalan. Matogrande y Elviña tampoco perciben mejoría. Estos barrios acudieron a la concentración en María Pita de noviembre del año pasado para apoyar a Os Mallos, pero creen que los cambios son mínimos desde entonces. “El cambio lo hay cuando lo ven en las redes sociales y actúan”, añaden.