Aproximadamente 600 gatos vagan a diario por las calles de una ciudad que sin embargo, lejos de descuidarlos ha tomado medidas para su control, saneamiento y alimentación. Cuatro asociaciones se reparten diversas zonas y barrios de la ciudad en las que actúan mediante un procedimiento llamado CES: Captura-Esterilización-Suelta.
El programa referente a las colonias felinas fue objeto de debate durante el último pleno municipal, ya que a petición de la Marea se incluyó la consolidación del mismo en la ordenanza de Bienestar Animal. Son un total de cuatro las asociaciones encargadas de dividirse el mapa de la ciudad en 18 colonias, pero aseguran que son incapaces de dar cobertura a todos los barrios, y ya han solicitado la inclusión de zonas como O Birloque o Novo Mesoiro.
Que el programa funciona lo evidencian los gatos recogidos por Felinos Felices: en la zona de A Falperra el censo ha bajado de 49 a 14 gatos; en Oza de 15 a 36 en A Cubela de 10 a 1; en Santa Margarita de 20 a 60 y, en la zona con mayor carga de trabajo, el Barrio de las Flores, el registro habla de 148 felinos en la actualidad frente a los 300 que contabilizaron en sus primeras actuaciones.
Más allá de los números desde la asociación advierten que detrás de cada cifra existe una historia de supervivencia con realidades muy duras en ocasiones: “Sobreviven a duras penas, y nos encontramos cadáveres apedreados o con balines en la cabeza. Un descontrol en la población puede llevar a un problema de plagas”.
Coruña Gatuna apunta a unos 5 gatos en la zona del Dique de Abrigo; 60 en Monelos y unos 20 en Os Castros, aunque creen que los datos son sólo una aproximación debido al descontrol provocado por la pandemia. Micos e Nós habla de unos 300 gatos en Eirís, 40 en Palavea y 4 en la Ciudad Escolar, mientras que Gatuchinhos estima 150 en Monte Alto y 40 en Los Rosales.