El convenio urbanístico firmado en las últimas semanas por el Ayuntamiento y la Junta de Compensación del parque de Oza (API AQ-28) incluye la construcción de 100 viviendas de protección oficial entre el propio parque y el polideportivo municipal de O Castrillón. Tanto el convenio como el Plan especial al que se incorporará deberán ratificarse en el pleno, pero la información facilitada por el Gobierno local ha provocado la reacción vecinal.

El proyecto contempla la actuación sobre seis superficies diferenciadas en el propio barrio: los solares entre las calles Montes y Antonio Ríos, los existentes entre Antonio Ríos y Casanova de Eirís, otra entre Antonio Ríos y la avenida de la Concordia, las parcelas situadas entre Casanova de Eirís y la calle Castrillón y otras dos ubicadas entre la ronda de Outeiro y las calles Montes y Carballo. La asociación de vecinos O Castrillón-Urbanización Soto IAR, presidida por Ramiro Otero, considera que la propuesta mejora la preexistente, “aunque no nos parece suficiente”. De confirmarse la mejoría, “entendemos que ello sería consecuencia de las alegaciones y recursos presentados o impulsados por nuestra entidad al proyecto de compensación anterior de la época del gobierno de Carlos Negreira, que no atendió nuestras propuestas”. 

La entidad vecinal contempla aspectos positivos y negativos. En la parte buena de la balanza, ponen en valor la recuperación de la casa del antiguo Ayuntamiento de Oza, así como la conexión con elementos electromecánicos entre Antonio Ríos y Ronda de Outeiro. También ensalzan la unión entre el parque de Eirís y el parque de Oza y la reducción del sombreamiento del parque de Oza y la propuesta de viviendas de distintas características y prioridad peatonal en las calles, entre otros asuntos.

Como aspectos negativos, “el porcentaje de vivienda protegida se concreta en un 10%, cuando la nueva ley de Vivienda propone un 30%”. Tampoco ven positivo que no se detalle la ubicación de los parkings y la construcción de las tres torres de 17 plantas, entre otros. Sobre este último punto, la asociación de vecinos lo considera un “brindis al sol cuando se habla de que significarán un icono de la ciudad pero que habrá que cuidar su diseño encargándoselo a los mejores”. Lo mismo se dijo en su momento, añade, “respecto a las torres de Someso y ya vemos en lo que se concretaron”. 

La mayor discrepancia de los vecinos radica en que la unidad urbanística “no cumple con los niveles de edificabilidad de la legislación urbanística actual y creemos que, a través de un subterfugio, mantiene los niveles de edificabilidad de una legislación superada hace muchos años”.  

Los vecinos se reunirán en septiembre con el concejal de Urbanismo, Francisco Díaz Gallego, y con la Junta de Compensación para conocer el proyecto y presentar “posibles ideas de mejora”. “Seguiremos luchando por la mejora del barrio”, concluye.