Aproximadamente un centenar de personas pasan cada semana por el centro cívico de Cuatro Caminos para alguna de las actividades de una asociación vecinal que, sin embargo, tiene que lidiar con las dificultades que presenta el inmueble. “Tenemos problemas de humedades y se nos queda pequeño”, reconoce su presidente, Juan Iglesias, que se llevó uno de los grandes chascos de su mandato cuando, durante el anterior Gobierno municipal, el Remanso no pasó a ser de uso vecinal. “La Marea lo tuvo cerrado dos años y al final no pudo ser para nosotros”, lamenta.
Además, desde A Barcarola, como denomina la asociación, también solicita el arreglo de la escalinata próxima. "La ecalinata está hecha una porquería, ya no está ni del mismo color, hay grietas y hace falta ponerla bonita de nuevo. Movilizamos a la semana cerca de cien personas y seguimos luchando contra las goteras", dice el Iglesias.