A las siete y cuarto de la tarde se declaró un incendio frente al número 36 de la calle de Agra de Bragua, en O Ventorrillo, lo que alarmó a los vecinos, que abandonaron el edificio al ver el humo subiendo por la fachada. Fueron en unas diez personas las que esperaron en la calle la llegada de los Bomberos. Cuando llegaron, descubrieron que el problema se encontraba en la fachada, a la altura del primer piso, donde un cable había quemado un cuadro eléctrico y generado humo, que se había colado en parte por el cañón de la escalera de la comunidad y causó un apagón.
Los Bomberos prohibieron a los vecinos acceder al edificio hasta que finalizara la intervención, pero el principal peligro era el gas: los cables se encontraban justo al lado de una conducción, por lo que los servicios de emergencia comenzaron a refrigerarla con agua para evitar que estallara en llamas. Mientras tanto, se dio aviso a la empresa instaladora, para que solucionara el problema del cable, que comenzaba a provocar cortocircuitos en tres o cuatro puntos distintos a la vez, añadiendo confusión a la escena.
Una hora más tarde, el fuego se había apagado, pero los Bomberos permanecían como prevención en la calle a la espera de que los técnicos de la eléctrica encontraran el problema y pudieran garantizar que no se provocarían más fuegos. De esta manera, los vecinos pudieron volver a sus hogares. Como las ventanas no estaban abiertas cuando tuvo lugar el incidente, el humo no se llegó a colar en ninguna de las viviendas, sin embargo, la temperatura que generó el cable fue lo suficientemente alta como para derretir parte de l fachada.