Poco después de la medianoche se declaró un incendio en el número 38 de Monasterio de Caaveiro, en un cuarto piso. Testigos presenciales señalan que en el interior de la vivienda se encontraban cuatro personas cuando comenzó el fuego, que se localizó en una de las habitaciones que daban al patio interior. El foco se encontraba en un patinete que estaba cargándose. Se trata del segundo caso en lo que va de año.
Ninguna persona resultó herida, aunque una docena de vecinos abandonaron el edificio alarmados. Al resto, los bomberos les confinaron en sus pisos nada más llegar a O Ventorrillo. “Se veían las llamas por el patio interior”, comentaba un testigo.
Otro aseguraba haber hablado con una de las ocupantes del piso, una mujer que afirmaba que, al haber abierto la habitación donde creía que se encontraba su hijo, le había saltado una llamarada que casi le había chamuscado el pelo. Al lugar acudieron varias dotaciones de la Policía Local y Nacional, además de Bomberos y Urgencias Médicas, aunque esta última no tuvo que trasladar a nadie. Dentro del edificio, los bomberos emplearon botellas de oxígeno para moverse en el aire viciado. “Había mucho humo”, comentó un vecino. Una vez en el cuarto piso, lograron sofocar las llamas mientras los afectados esperaban en la calle.
Se trataría del segundo incidente de este tipo que tiene lugar en lo que va de año, después de que el nueve de marzo se declarara un incendio por ese mismo motivo en la avenida de Finisterre. Este tipo de siniestros ocurre cuando se da una avería durante la recarga. Este tipo de incendios son muy difíciles de extinguir, señalan desde Bomberos.