Desde hace meses, un artista coruñés dispone la imagen una calavera y unas tibias cruzadas, bajo el nombre de Xerión, uen un homenaje a la ciudad y la leyenda de la Torre de Hércules. Normalmente son mosaicos o pintadas que luego sube a las redes sociales, pero ayer convirtió el icono en una bandera y la izó al mástil de la playa de Riazor, en sustitución de la típica bandera azul que ondea normalmente en verano para indicar que las aguas tienen una calidad óptima para el baño.
De esta manera, Riazor parecía una especie de playa pirata por la mañana, lo que atraía la atención de los transeúente que paprovechaban el último respiro que había traído consigo el veranillo de San Martín, puesto que se ha declarado una alerta naranja que obligará a cerrar los arenales al público a partir de la medianoche, debido al fuerte viento.