Día de alivio en Betanzos. La ‘vuelta a la normalidad’ esperada durante casi un mes se escenificó con la retirada de las cisternas que, después de veintinueve días, abandonaron Bellavista, O Carregal y la plaza de los Irmáns García Naveira. Ahora, “toca seguir traballando duro como nos días previos”, sostuvo la alcaldesa, María Barral. 

El reto es aclarar cómo se ‘coló’ el ‘norovirus’ en la red de saneamiento y, sobre todo, evitar que algo así pueda repetirse, con lo que se extremarán los controles, tanto por parte de Sanidade como de la concesionaria Viaqua.

Además, en unos días se completará el expediente para presentar una denuncia en el Juzgado de Betanzos por el vertido del día 13 de junio al Mendo, en medio de una crisis sanitaria, con cientos de vecinos afectados y restricciones ampliadas a toda la capital de As Mariñas.

En este sentido, la alcaldesa, María Barral, aclaró que su intención es que se investigue lo ocurrido hace dieciocho días, “que non sabemos se estivo relacionado ou non, pero que, cando menos, servirá para esclarecer ese verquido en concreto e, dalgunha maneira, también axudará a resolver algunhas incógnitas, a ver se somos quen de saber onde estivo a orixe”, indicó Barral. 

“Se sabemos a orixe –continuó– poderemos abordar ese problema e poñerlle solución, que é o que quere todo Betanzos”.

Tranquilidad

En cualquier caso, la alcaldesa envió un mensaje de tranquilidad  a los vecinos, a los que aseguró que el agua cuenta con todas las garantías para su consumo, y también a los visitantes, coincidiendo con el inicio del verano, a los que animó a volver a la ciudad “porque Betanzos é garantía de calidade en todos os seus servizos”, apostilló Barral. 

Asimismo, desde Augas de Galicia continúan esta semana con la recogida de muestras y analíticas en el Mendo. 

En concreto, se realizaron el lunes y el miércoles en tres puntos, y la misma operación está prevista para este viernes, con lo que habrá nueve analíticas más del agua del Mendo. 

Con todo, la Xunta incidió en que resultados de la semana pasada confirman las conclusiones anteriores, pues no se detectaron valores de ‘norovirus’ que apunten al agua del río como origen del brote de grastroenteritis que afectó a Betanzos.