La alcaldesa de Betanzos, María Barral, compareció este sábado para hacer un balance de las actuaciones y trabajo realizado conjuntamente con la empresa concesionaria, Viaqua, como consecuencia del brote de gastroenteritis en el municipio, un “trabajo largo, minucioso, de muchas horas de dedicación, y que finalmente dio su resultado positivo con la eliminación del virus”. 

Las actuaciones, según explicó la alcaldesa, entre materiales, medios técnicos, informes, analíticas, medios humanos, y trabajos de obra de diversas índole supusieron, según los primeros cálculos de la empresa, más de medio millón de euros. 

En su comparecencia, y basándose en el informe  por el Concello a Viaqua, la alcaldesa fue desgranando los pasos desarrollados desde que se tuvo conocimiento del brote de gastroenteritis en la tarde del domingo 28 después de la llamada de la Xefa territorial de Sanidade.

Desde ese día se desplegaron todos los medios humanos y técnicos para detectar las posibles causas y confirmar si el origen de transmisión era hídrico, a pesar de que las analíticas realizadas por la empresa gestora en el agua de consumo humano cumplían todos los controles establecidos.

 
Desde ese momento, y aun cuando el origen no estaba identificado, Concello y empresa activaron  de forma preventiva un protocolo y se constituyó un Comité de Crisis interno en la empresa que se ha estado reuniendo con frecuencia diaria. 

Cuando, sin conocer aún las causas del brote, Viaqua ya trabajaba con la posibilidad de la presencia de norovirus, extremo que fue confirmado por los análisis sanitarios que el 3 de junio y que conllevaron la declaración de agua no apta para el consumo por parte de Sanidad. 

Para entonces, la empresa concesionaria ya había evaluado y anticipado un plan con las actuaciones preventivas destinadas a restablecer la normalidad del servicio con la mayor agilidad y con plenas garantías. El plan de actuación inicial se sustentaba en la desinfección exhaustiva de toda la red, a la vez que se intensifican los controles analíticos.

Estas acciones de vigilancia también se intensificaron en el agua del río Mendo, tanto con análisis de laboratorio como mediante la monitorización en continuo en la zona de captación y también en otros puntos aguas arriba. 

Una segunda fase del plan de actuación incluyó la limpieza y desinfección preventiva de todos los depósitos de la red, que también fue refrendado primero por el Concello y luego por las autoridades competentes. 

A la par que se desarrollaban las acciones técnicas para asegurar la limpieza de la red, se  estableció un plan para garantizar la continuidad del suministro de agua durante las 24 horas del día. Para ello, antes incluso de que el agua de la red fuese declarada no apta, a petición del Concello la empresa puso  a disposición de la ciudadanía tres camiones cisterna para suministrar agua potable en varios puntos del municipio, en la zona del Carregal, plaza García Hermanos y Bellavista. En total se repartieron 15.000 litros de agua diarios. Es decir, 450.000 litros de agua durante los 30 días que se prolongó la situación.

A esta cantidad hay que añadir los 6.000 litros de agua que se repartieron en garrafas durante todos estos días a diversos colectivos, a los mayores de 75 años que viven solos; a aquellos vecinos que tienen problemas de movilidad y a familias vulnerables.

Además, desde el Ayuntamiento aclararon que la empresa concesionaria, atendiendo la petición del gobierno local, no ha emitido recibo alguno a la espera de que el servicio se normalizara. Tal y como solicitó la alcaldesa, María Barral, a los responsables de Viaqua, el consumo de agua relativo al mes de junio, coincidiendo con el brote de gastroenteritis, no será cobrado.