La suerte no recaló en el área metropolitana coruñesa ayer y los únicos “premios” fueron las pedreas y los reintegros.
Durante toda la mañana se siguió el sorteo en las cafeterías, pero los comentarios de resignación se sucedían al ver cómo los niños de San Ildefonso se olvidaban de estas localidades.
El número despachado por la Coral Polifónica de Betanzos, el 22389, fue agraciado con cien euros al décimo al coincidir sus dos últimas cifras con el Segundo Premio. En la administración Chirri de la calle del Rollo se vendieron 45 series.
Muchos se han tenido que conformar con los reintegros, como es el caso del Sporting Cambre, que vendió participaciones del 49800. “Por lo menos recuperar algo”, decía ayer uno de los socios del club.
Años anteriores
El año pasado la fortuna no se hizo notar con efusividad en las comarcas, pero los resultados fueron bastante mejores. El sorteo de 2018 dejó 176.000 euros repartidos entre los ayuntamientos de Cambre, Oleiros y Abegondo; en este último en dos administraciones distintas pero distantes a escasos dos kilómetros.
Los responsables de la oficina número 1, ubicada en las inmediaciones de la casa consistorial abegondesa, repartieron 60.000 euros de uno de los quintos y el bar Torreiro, uno de los de mayor solera de esta zona, también dejó entre sus habituales 60.000 euros de otro quinto. En el bar Nai Pai de Mera se dieron 6.000 euros y en Café Francés de Sigrás (Cambre) se vendió un décimo del tercer premio de 2018.
Si se viaja a 2017, un “pellizco” del Segundo Premio dejó 625.000 euros en O Burgo (Culleredo) y Carral despachó algún décimo de un Quinto. Para encontrar tan malos registros como este año hay que retrotraerse a 2014, cuando una serie del Gordo repartió cuatro millones de euros en Monte Alto pero pasó de largo en el área metropolitana, donde solo hubo pedreas y reintegros.