La población de lobo ibérico ha crecido un 26 por ciento desde el último censo nacional elaborado entre 2012 y 2014. En la actualidad se puede hablar de la presencia de unas 400 manadas compartidas entre comunidades y unas 380 exclusivas, lo que implica una media de 2.800 ejemplares en España. Hay quien dice que son más que suficientes para conservar la especie y otros consideran que son demasiados y hay que diezmarlos. Mientras tanto, las piaras de jabalíes se han instalado en las ciudades, pero no huyendo de los lobos, si no por lo fácil que les resulta encontrar sustento vital. Con todo ello, son millones las personas que han visto un jabalí frente a las escasas que se han topado con un lobo, ya sea en la carretera o practicando el llamado senderismo, lo que antes se conocía como ir al monte, cuando los gallegos solo se acercaban a la floresta a prenderle fuego o a plantar eucaliptos. Lo cierto es que Bruselas la ha tomado con el lobo y tanta agenda verde y ecologismo va a ser insuficiente para salvarlo.