No es la más tempranera, pero la Navidad coruñesa puede que sea una de las más completas en lo que a actividades se refiere. Música, teatro, magia, campamentos, talleres y, por supuesto, las visitas de los personajes propios de estas fiestas. Hasta el más Grinch del lugar va a encontrar algo con lo que contagiarse del espíritu. ¡Ho, ho, ho!