pues nada, que el juez encargado del “Caso Mascarillas”, quiere que San Chin Choon -que no es un santo nuevo, sino un señor malayo- venga a España a declarar en persona humana que es. O que debe de ser, porque no se le ha visto el pelo. Pero el hombre dice que tararí que te vi. No ha querido ni declarar por vídeoconferencia, ¿y va a venir a España? No, hijo, no. Se ha limitado a enviar un e-mail exculpando al primo (de Almeida) y al guaperas (de Nati) y corroborando al pie de la letra sus declaraciones; como si el e-mail lo hubiesen escrito ellos mismos, vaya, para ahorrarle un trabajo al Sr. Choon. Peeero... dice el juez que eso no tiene valor probatorio y que se venga pacá que le van a hacer unas preguntitas. Y el hombre no quiere, mirusté, que su tiempo es oro y que desde Malasia aquí hay una porrada de kilómetros y otra porrada de horas de vuelo. Así que ya sabéis, primo y guaperas: si queréis, os exculpáis vosotros solitos, que San Chin Choon tiene que seguir vendiendo mascarillas de las malas al precio de las buenas. Total, pagamos los pagafantas...