Tras más de seis meses de obras, Santa María do Azougue estará operativa para la XXVI Feira Franca Medieval de Betanzos. Una semana antes abrirá para la celebración de un matrimonio, estrenando cubierta, carpinterías, vidrios, el acceso al campanario y medidas de impermeabilización para asegurar la conservación de uno de los monumentos más visitados de As Mariñas. 

En agosto esta iglesia acoge algunos de los actos más importantes de las celebraciones del San Roque por ser esta la ‘casa’ de la copatrona de la ciudad, Nuestra Señora de Belén, ‘A Gareliña’. 
 

Con estas actuaciones, la Xunta complementó las obras de restauración de un retablo y un altar –con arcosolio, mural y enterramiento medievales– interiores acometidas entre 2021 y 2023.
 

La delegada autonómica, Belén do Campo, acompañada por el director xeral de Patrimonio Cultural, Ángel Miramontes; el responsable territorial de la consellería, Severino Álvarez; el sacerdote Santiago Pérez; la alcaldesa, María Barral, y otros miembros de la corporación municipal, supervisó “o resultado dos traballos que se  executaron de renovación da cuberta e da sancristía da igrexa” con la colaboración de la Xunta, que destinó casi 450.000 euros a esta intervención en Betanzos.

Las acciones anteriores contaron con una aportación de 75.500 euros, lo que eleva la inversión en O Azougue a más de  525.000. Durante a visita, las autoridades autonómicas destacaron la importancia de estas obras “para preservar e poñer en valor o patrimonio histórico e artístico” de la comunidad, así como el compromiso de la Xunta con la conservación de la herencia cultural y religioso de toda Galicia. “Somos a administración máis comprometida coa conservación, restauración, investigación e divulgación de bens patrimoniais en Betanzos”, expuso Do Campo.

Santa María, declarada Bien de Interese Cultural (BIC) en 1944, se edificó entre los siglos XIV y XV, y es uno de los exponentes más relevantes del gótico en Galicia, además de un símbolo del vasto patrimonio de Betanzos.