Este fin de semana se cumplieron diez años desde el fallecimiento de David Pisani, el ferrolano que impulsó la creación de Protección Civil en Cambre y que se convirtió en un referente del servicio al ciudadano, trabajando incansablemente por captar y formar voluntarios. Y todo, siempre, con una sonrisa.
Así lo destaca su viuda, Anna Loureiro, igual que aquellos que lo conocieron y lo trataron. “Ayudar a los demás era lo que lo hacía feliz. Es un orgullo ver que ha dejado un legado y me gustaría que lo siguiesen recordando, que nunca se olviden de lo que hizo y que se acuerden de él con su eterna sonrisa, su carácter noble y su cariño hacia los demás. El día 14 de septiembre, además, era nuestro aniversario”, explica Loureiro.
Pisani empezó en 1996 como policía local y ahí comenzó su sueño de poner en marcha el grupo de voluntarios de Protección Civil y, más tarde, el Servicio Municipal de Emergencias. “Empezó con el furgón de los fontaneros y luchando, poco a poco, fue consiguiendo cosas. Se instalaron en la Costa da Tapia y, con los años, se abrió la base de Sigrás”, indica su viuda.
En 2002, El Ideal Gallego recogía unas palabras del por entonces integrante de Protección Civil: “No hay un servicio permanente las 24 horas porque todos somos voluntarios y, a veces, cuando se produce una urgencia, no hay gente para acudir al accidente”. Comenzaba la batalla de David Pisani por profesionalizar el cuerpo y mejorar la seguridad de los cambreses. Con el tiempo, lo logró: el 11 de agosto de 2006 se presentaba al público un renovado servicio de Bomberos municipal formado por un jefe de servicio, dos jefes de equipo, tres conductores y seis agentes que operaba las 24 horas.
Cuando echa la vista atrás y revive el duro momento de la pérdida, Anna Loureiro recuerda con mucho cariño el hecho de que su marido pudiese ser consciente de que le ponían su nombre a la base de Sigrás: “Él siempre decía, sobre otras personas, que los homenajes tienen que ser en vida y le hizo muy feliz saber que le pondrían su nombre a la base. Fue un reconocimiento a todo su trabajo y, por lo menos, lo pudo vivir”. Pisani falleció con 43 años.
Desde el Ayuntamiento de Cambre valoran y destacan la trayectoria de Pisani, que consiguió “que o Servizo de Emerxencias de Cambre fose un exemplo na comarca”. El equipo de María Pan incide en que el personal de este servicio y de la Agrupación de Voluntarios de Protección Civil “continúa xogando, a día de hoxe, un papel clave no municipio”.
Su madre, María Rego, asegura que el fallecimiento de un hijo "es insuperable para unos padres" y ponen a David como un ejemplo. "Él estaba orgulloso de nosotros y nosotros mucho más de él, lo era todo para nosotros. Siempre fue un niño muy bueno, digno de admirar, y nunca dio un problema. Para él la familia era siempre lo primero", explica Rego, quien recuerda el día en que acudió al pleno de Cambre con su hija, Lorena, para recibir la noticia de que le pondrían el nombre de David a la base de Sigrás. "Es muy duro, pero a la vez satisfactorio que su legado quede en Cambre, donde él creció como profesional", sostiene.
Su hermana, Lorena Pisani, asegura que era su referente para todo: "Lo adoraba. Cuando me pedían en el colegio la típica redacción de 'a quién querrías parecerte' siempre hablaba de él. Teníamos una relación muy estrecha a pesar de llevarnos 14 años y medio. Él fue mi hermano, mi mejor amigo y también un poco mi padre, porque mis padres se sacrificaron mucho y él tuvo que asumir algunas responsabilidades que igual no le correspondían, como llevarme al colegio, cuidarme y otras cosas. Era un pilar fundamental de la familia, hasta para reñirme mis padres le pedían ayuda a él y él, solo con mirarme, ya me enseñaba que lo había hecho mal".
Lorena se vio sobrecogida por las muestras de afecto que recibió cuando murió su hermano, incluso llamando la atención del personal en la funeraria: "Me preguntaron quién era mi hermano por la cantidad de flores que enviaron. Le dije que solo era una buena persona", rememora Lorena Pisani.
"Siempre estarás en nuestro corazón. Siempre me acuerdo de tu infancia, nosotros no podíamos atenderos porque estábamos trabajando y tú nos ayudaste con tu hermana y nos apoyaste", recuerda Giuseppe Pisani, su padre, italiano que junto a su mujer, de Vilalba, montó la primera pizzería de Ferrol. "La gente prácticamente no conocía la pizza, fueron años de mucho esfuerzo y gracias a ti estamos donde estamos, porque fuiste mucho más padre para tu hermana que nosotros", asevera.
El legado de Pisani es innegable en Cambre y su sonrisa pervive en su hija, Daniella, que era un bebé cuando perdió a su padre pero guarda con cariño su casco de bombero y otros enseres, además de una simpatía por el Racing de Ferrol, equipo al que solía animar su progenitor.