Nuevo hallazgo en Betanzos. Esta vez, en el inicio de la calle de Santa María, a la altura de la intersección con la Venela dos Clérigos, donde se encontró lo que se supone una de las grutas subterráneas del casco histórico, de las que apenas se tiene conocimiento en cuanto a situación exacta, características o estado, aunque los vecinos saben de su existencia, más aún desde que en 2012 cuatro espeleólogos consiguiesen avanzar unos ochenta metros a través de uno de esos túneles, desde la ‘Casa da Mina’ de O Alfolí.
Entonces, advirtieron de derrumbes en su interior y confirmaron tres ramales distintos, convencidos de que había llegado el momento de indagar y aclarar por qué y cuándo se abrieron estos pasadizos, que siempre han estado envueltos en un anillo de misterio que, de alguna manera, también alimentó múltiples teorías sobre su origen: desde la más extendida, la de la mina de mercurio, que apunta a unas prospecciones autorizadas por Carlos III, hasta la que sugiere usos religiosos vinculados a la iglesia de Santa María do Azougue, a la que –curiosamente– conducirían todas las galerías de la ciudad subterránea de Betanzos.
Los responsables municipales acordaron paralizar las obras después de encontrar, durante la instalación de la red de saneamiento, la entrada a lo que se antoja uno de los túneles, y alertar a los servicios arqueológicos para emitir el correspondiente informe y trasladar la información a la Dirección Xeral de Patrimonio Cultural que, este mismo miércoles, desplazará a sus técnicos hasta Betanzos para analizar la situación y definir las actuaciones necesarias de cara a asegurar, en la medida de lo posible, la conservación de ésta y de todas las grutas del entorno de O Azougue.
Inspección
La alcaldesa, María Barral, se desplazó hasta Santa María para conocer de primera mano la situación, y allí indicó que, después de la primera inspección realizada por los arqueólogos, "se podría tratar de un pasadizo que puede tener una importante longitud, próximo a la iglesia, que formase parte de lo que en su día fueron las minas de azogue (mercurio)", de cuya explotación se conservan textos de alrededor de 1785.
En cualquier caso, serán ahora los especialistas de Patrimonio de la Xunta quien, a la vista de los informes municipales y la supervisión de la calle, trasladen qué tipo de actuación puede hacer y que afectación tendrá sobre las obras en curso en Santa María.
Según informaron los cuatro hombres que consiguieron acceder a su interior, la galería de O Alfolí tiene tres ramales, pero sólo el principal es transitable y, tras avanzar unos ochenta metros, se toparon en roca madre, indicaron en 2012 desde el Espeleo Club de Descenso de Cañones (EC/DC) y del Dédalo de Brig de Betanzos
Durante su recorrido vieron cuatro espacios, a modo de entradas, tapiadas con piedra, todas en dirección Norte. Así, uno de los primeros objetivos de los espeleólogos siempre ha sido saber qué hay detrás de ellas, pero para ello necesitarían implicación y, sobre todo, autorización institucional, en tanto, al tratarse de subsuelo, es competencia del Estado.