Como cada 30 de enero, los escolares de los distintos centros académicos de la ciudad echaron a volar su imaginación para conmemorar, de múltiples maneras, el día de la Paz y la No Violencia.

Los alumnos del Eusebio da Guarda salieron a la plaza de Pontevedra,  a las doce de la mañana y ante la mirada de los vecinos de la zona hicieron una interpretación vocal y corporal de varias canciones y a continuación un acto simbólico de derribo de un muro, que con palabras pegadas en el, representaba las injusticias, la discriminación y todos los aspectos negativos que afectan a nuestra sociedad.

Los alumnos del colegio Calasanz también realizaron un acto simbólico, en concreto construyeron un “tren de valores relacionados con el día de la Paz y la No Violencia. En el acto participaron todos los cursos, desde Infantil hasta Bachillerato, “simulando el recorrido de un tren a través de diferentes actividades físicas”.

El Liceo La Paz conmemoró este día con un acto que denominaron “Mil Grullas por la paz” y que puso punto final a las actividades desarrolladas a lo largo de la semana en este centro.

La iniciativa “Mil Grullas por la Paz” fue creada por alumnos y profesores de 2º de primaria, aunque se sumaron el resto de niveles educativos. Esta idea nace de la historia de la niña japonesa llamada Sadako Sasaki, que falleció en 1955, que a causa de su enfermedad y su estancia en el hospital, una amiga la visitó y le explicó que “si deseas algo con mucha fuerza y construyes 1.000 grullas de papel, los dioses te concederán ese deseo que tanto anhelas”. La niña deseó curarse y se planteó construir las grullas, pero cuando iba por 644, falleció. Como gesto simbólico, sus compañeros acabaron su tarea y llegaron hasta las 1.000. El centro coruñés quiso rendir homenaje a esta niña y su historia, y construyeron un total de 2.019 grullas, con el firme deseo de que “los conflictos y las guerras pasen a ser un mal recuerdo del pasado”.

Por su parte, en los Dominicos, reinterpretaron la estructura académica, construyendo continentes en lugar de cursos, países en lugar de grupos o fronteras en lugar de pasillos. A partir de aquí, invitan a reflexionar que, partiendo de la paz en los colegios, "donde coexisten presente y futuro de nuestra sociedad", se puede construir un mundo mejor.