Julio Sacristán | “El aeropuerto de Alvedro se gestó durante una mariscada”

El exalcalde de Culleredo presenta sus memorias 'Culleredo, mi pasión'
Julio Sacristán | “El aeropuerto de Alvedro se gestó durante  una mariscada”
Sacristán y Gutiérrez presentarán el libro el martes, día 18, en O Burgo | QUINTANA

‘Culleredo, mi pasión’ es el fruto de dos años de trabajo en los que el principal objetivo es dejar constancia de 34 de gestión al frente del Ayuntamiento homónimo. Sacristán (Valladolid, 1953) se vale de la profesionalidad y de la pluma de Gutiérrez para dar forma a sus recuerdos políticos.

 

¿Solo existe constancia de un exalcalde de la comarca con afanes literarios, que era el sadense Ramón Rodríguez Ares ¿a qué se debe esta iniciativa?


La idea partió de los dos. Ambos nos encontrábamos convalecientes de nuestra enfermedad, nos dimos cuenta de que podíamos hacer algo juntos como unas memorias y nos pusimos a trabajar. Nos ha servido de terapia.

 

Su trayectoria política fue muy amplia pero su marcha pareció precipitada. ¿Suponen estas memorias aclarar algunas lagunas? 


Julio Sacristán: Me fui porque después de 34 años tanto mi hijo como mi mujer se quejaban de que dedicaba casi todo mi tiempo a la vida municipal y muy poco a la familia. Quizás visto con retrospectiva debería haberme quedado un año más. De haber sabido que no se iba a aprobar el PGOM, me hubiera quedado porque el plan urbanístico estaba casi completamente finalizado. Pero, precipitación no hubo ninguna. Contábamos con mayoría absoluta y era el momento de llevar a cabo un cambio tranquilo. Es más, podía haber sido presidente de la Diputación, ya que contaba con mayoría absoluta, era el más veterano pero decidí que no. Me decanté por Valentín González Formoso porque era más joven, tenía más proyección; yo veía que tenía que ir marchando.


Fran Gutiérrez: Doy fe de que este libro se hizo un día tomando unos vinos y solo porque a mí me parecía que Sacristán tenía mucho que contar. La evolución experimentada por el municipio de Culleredo desde que él accedió a la Alcaldía no tiene parangón en el área metropolitana y me daba mucha pena que toda esa historia quedase en el olvido. Y a pesar de todo, él todavía puso algún pero.

De un libro de memorias ¿cual es la más agradable? 


Tuve momentos muy agradables como alcalde. Destacaría mi relación con Manuel Fraga. A partir de su primera visita a Culleredo, en la que temía que lo recibiésemos con una algarada y se le dispensó un trato exquisito como presidente de la Xunta que era, tuvimos siempre una buena relación. Fue él el que me contó cómo se gestó, en una mariscada organizada por el conde de Fenosa, la construcción del aeropuerto de Alvedro. También cesó a un alto cargo de Educación por hacernos comprar unos terrenos en A Corveira para un centro educativo que después no le gustaron. Y la cesó con razón. Era una persona muy respetuosa con los cargos electos, muy raro era que si solicitabas una entrevista que en el plazo de una semana no la tuvieras. Me llevé siempre bien con los presidentes autonómicos. Incluso Feijóo me llamó desde Oporto el día que se enteró que me iba.

 

Y ¿la más desagradable? 


La peor la tengo del ministro José Blanco. Para Culleredo fue un desastre. Los más de ocho millones que teníamos apalabrados por el Gobierno de Aznar para restaurar la nave de la Cros, llegó y nos los quitó. Después de habernos prometido que nos favorecería por la ampliación del aeropuerto. Imagino que los repartiría entre sus amigos.

 

Tras su marcha de la Alcaldía, de las grandes cuestiones pendientes de Culleredo tan solo se ha solventado el dragado de la ría. 


Lo que tienen que hacer los distintos grupos políticos es sentarse. Fue una pena que no saliera adelante el proyecto del Cetim para la Cros porque significaba recuperar las estructuras y generar puestos de trabajo. Sinceramente, creo que la oposición se equivocó al votar en contra. Deben volver a sentarse. 

Julio Sacristán | “El aeropuerto de Alvedro se gestó durante una mariscada”

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