María José Reig es de A Coruña y a sus 58 años ha conseguido que su marca, Miña Xoia, sea la iniciativa preferida por el público de la segunda edición de ‘Impulsa. Fomentando o Emprendemento’, que organiza Coruña The Style Outlets y en la que colabora la Xunta. El objetivo es dar visibilidad a nuevos proyectos como el suyo, un negocio de pendientes 3D y joyas de diseño que ella misma crea desde cero en su taller.
¿Qué se siente al ser la iniciativa mejor valorada por la gente de las seis que estuvieron en Coruña The Style Outlets en noviembre?
Pues es un orgullo, la verdad. Tanto What Style, Rulas no Piñeiro, Ay Carmen, Luzymoon Jewelery o Anainas Skin Pace son proyectos preciosos liderados por mujeres maravillosas. Que el público haya elegido Miña Xoia es todo un honor. Tengo la sensación que la mayor parte del tiempo estamos enfocadas a vender, que obviamente es la parte que nos ayuda a que esto pueda seguir existiendo, pero que la gente te elija es muy emocionante.
Está ahora mismo en Coruña The Style Outlets, en los coletazos finales de las rebajas de invierno. ¿Qué espera de estos días en los que dispondrá de un espacio propio para mostrar sus diseños?
Pues, principalmente, que la gente se lleve a casa las creaciones de María José, de Miña Xoia. Porque están hechas con mucho mimo, con mucho cariño y, sobre todo, con mucho sentido de pertenencia. Galicia es la protagonista en casi todas las colecciones que, hasta el momento, he propuesto. Darme a conocer, explicar el proyecto, qué materiales uso… El trato con la gente cara a cara siempre es fenomenal.
¿Cómo es salir al mercado con este tipo de producto?
Pues depende un poco del lugar. En Ferrol, por ejemplo, vendo bastante por la web pero no tanto en lo presencial. A Coruña, Santiago o Pontevedra son las ciudades donde más éxito ha tenido Miña Xoia.
Y la pregunta del millón, ¿cómo ha sido el camino hasta llegar aquí?
Yo lo que quería hacer era algo diferente, meterme un poco en las nuevas tecnologías y hacer cosas de mi tierra. Estuve buscando y estoy muy contenta de mi elección y en lo que he convertido lo que surgió como una idea un tanto volátil, pero que, con constancia y empeño, se ha transformado en algo que para mí es maravilloso. Mi primera colección, Raíces, es buena muestra de lo que quiero transmitirle al público que viene y me pregunta por mis creaciones. Aquí es donde he nacido y aquí es donde quiero vivir. Mi tierra es maravillosa.
¿Cómo se materializan las ideas que tiene para Miña Xoia?
Me gusta mucho el detalle, que sea algo que lo veas y digas: ¡ostrás! Llegar a hacer realidad muchas cosas de lo que es Galicia. La flor do toxo convertida en pendientes, a Rosalía como broche, unos percebes también como pendientes, motivos del Entroido, una vaca frisona, centollos… Yo utilizo un material que es biodegradable de vegetales ricos en almidón, como el maíz, el trigo, la yuca. Esto viene en unos rollos que se encajan en la impresora 3D y, según tu diseño, se va a haciendo ‘capita’ a ‘capita’. Hay piezas que son más complejas y el proceso también es más lento. Eso se traduce en un resultado espectacular, pero también en un aumento del precio.
Su vida va del taller a cualquier evento de artesanía y viceversa, ¿cómo se lleva eso?
Lo llevo bien pero tengo ganas de asentarme un poco, de tener un espacio para vender y darle mi toque. A la vez, existe una tienda en el Mercado de Abastos de Santiago, A Quenlla, que confían en marcas artesanas y la mía entre ellas. Es maravilloso. Ahora abre los sábados y los domingos por la mañana, porque no es temporada alta. De cara al verano, el horario será más amplio.
¿Cómo nace Miña Xoia?
Yo empecé haciendo bolsos de trapillo, pero al público le parecían muy caros y no acababa de encajar en el mercado. A mí me gusta la vida nómada, de andar de un lado para otro, y aunque ahora me quiera asentar un poco, lo disfruto. Soy muy sociable y mi siguiente proyecto estuvo muy vinculado al mundo del té. Vendía tés, una bebida que a mí me encanta, y los llevaba de casi todas partes del mundo. Aunque me gustaba, no me llenaba completamente. Sentía que tenía que hacer algo que me apasionase y que saliese de mí al cien por cien. Algo que tenía que ser futurible. Y aquí estamos.
"Empecé haciendo bolsos de trapillo, pero al público le parecían muy caros y no acababa de encajar en el mercado"
¿Cómo fueron los primeros pasos con la impresión 3D?
Pues, como digo yo, la gente creativa se busca la vida. Tengo 58 años y, aunque soy más mayor, tengo muchas inquietudes. Quiero aprender idiomas, por ejemplo, y nunca me cierro a conocer cualquier ámbito en el que pueda aprender o coger ideas. Lo de la máquina 3D me gustó desde un primer momento y, tras mucho pelear, aquí estoy.
En el futuro, ¿dónde se ve?
Me encantaría presenciar y formar parte de algún mercado de Londres a nivel internacional, y también me llaman de Madrid para ir a eventos de artesanía. Pero para eso tienes que tener dinero. Un evento de este tipo suponen gastos de alojamiento, desplazamiento, comida… Además de pagarte un stand propio. Lo haré en el futuro, tengo ganas, pero por ahora no es lo que me planteo.
¿Qué mensaje le envía a esa persona que tiene una idea pero muchas dudas de emprender y llevarla a cabo?
La animaría. Siempre. Primero, lo que hay que hacer es un estudio de mercado y tener claro que tu idea tiene cabida en el mundo en el que vivimos. Tiene que ser tuya y vivirla como tal. Que sea el máximo exponente de todo lo que quieres expresar. Antes me olvidé, pero también lo quiero destacar, porque recibí una ayuda del Emega para comprarme una impresora de 7.000 euros. Yo tenía una ‘pequeñita’ y noté mucho la diferencia. Animaría mucho a la gente a buscar ayudas para emprender y, sobre todo, lucharlo y hacer que valga la pena.
Este domingo, María José y su Miña Xoia estarán en el Mercado Ecológico de A Coruña de la plaza de España. Además, los interesados en conocer la marca pueden hacerlo a través de sus redes sociales, en Facebook MINA XOIA, en Instagram @minaxoia3d o en su página web, minaxoia.es.